Los resultados deportivos importan, sí, cuando se habla de competencias entre grandes. A la hora del deporte infantil lo que se debe festejar es la contienda por si misma. Que los chicos corran y consigan victorias como ocurrió ayer es la anécdota de la tercera fecha de la Copa Nacional Infanto Juvenil que se desarrolló ayer en el velódromo "Vicente Chancay". Lo realmente importante es que la actividad que hace un mes estaba en duda, se llevo a cabo. Por eso los abrazos del final entre los padres de la escuela de ciclismo "Payaso Valdez", de Rawson. Por eso las lágrimas en los ojos, porque a contrarreloj debieron apechugarla para conseguir los 24.000 pesos necesarios y porque solamente ellos saben lo que sufrieron para lograr que San Juan luzca orgulloso su chapa de la capital nacional del ciclismo. La provincia fundadora de estos encuentros Infanto-Juveniles se iba a bajar del calendario, porque la Federación Ciclista Sanjuanina no estaba en condiciones de organizarlo.
Todo se hizo a pulmón, golpeando puertas, de las cuales muchas se abrieron a último momento. Todo se consiguió en función de sus hijos. Y si bien los chicos respondieron logrando el triunfo en siete de las catorce categorías, el mayor triunfo fue haber coronado exitosamente el objetivo.
La Copa Nacional Infanto-Juvenil consta de seis fechas y después de las citas de Belén (Catamarca) y Bragado (Buenos Aires) se cumplió ayer con la fecha que le tocaba a San Juan. Estuvieron los mejores exponentes de todas las categorías. No faltó ninguno de los pibes que luchan por los primeros lugares y cada carrera tuvo su encanto. El que se potenció por las ganas de los pequeños y jóvenes pedaleros.
