�Angualasto, la localidad iglesiana a 40 kilómetros de Rodeo, es uno de los sitios más importantes de la provincia en cuanto a los tesoros arqueológicos que guarda. El yacimiento arqueológico Angualasto tiene unas 230 hectáreas y comprende la Aldea Angualasto (año 1200 al 1460), las tumbas de la cultura Aguada (700 al 1000) y Punta de Barro (50 al 280). En ese lugar se conserva ruinas de casas, corrales, tamberías (depósitos de provisiones) y hasta vestigios de lo que era una avenida principal. Esa aldea era el punto neurálgico de la cultura Angualasto en San Juan, que mantenía relaciones comerciales con pobladores de los territorios donde hoy están Catamarca y La Rioja.
Angualasto, que significa ‘esquina redonda de arriba‘, se constituyó uno de los centros indígenas más importantes del Noroeste argentino, entre el 1100 y 1400 de esta era. Lo importante no sólo lo da la magnitud de la extensión que ocuparon los antiguos habitantes (4 kilómetros cuadrados), sino por la técnica que emplearon en la construcción de la tambería (posta o depósito de provisiones).
Este grupo fue tan importante que llegó a conformar una cultura con identidad propia: La Cultura Angualasto de la que aún hay vestigios.
