Con el vuelo que inspira nuevas formas y modos de expresión para abordar la danza escénica, sin abandonar completamente el vocabulario clásico, el Ballet Estable del Teatro Colón aterriza en San Juan como protagonista de la segunda Función de Abono de Mozarteum Argentino San Juan. Será el próximo viernes a las 21.30, en el Teatro Sarmiento (ver aparte).
Bajo la dirección del virtuoso bailarín y coreógrafo Maximiliano Guerra, que asumió en febrero pasado como su responsable en reemplazo de Lidia Segni, la compañía pondrá el mismo espectáculo con el que inauguró su temporada 2015, el cuadro Trilogía Neoclásica IV.
Más de 40 bailarines interpretarán las piezas: Sinfonía entrelazada, concebida por el italiano Mauro Bigonzetti, con música de Mozart (Sinfonía Nro. 29) y diseño de vestuario de Aníbal Lápiz; Diamante, del belga Éric Frédéric con música de Serguei Prokofiev (Concierto para piano No. 3 en Do mayor opus 26) y trajes de René Salazar; y Rapsodia sobre un tema de Paganini, una creación del argentino Mauricio Wainrot, con música de Rachmaninoff y el atuendo de Graciela Galán.
Se trata de tres atractivas performances donde existen elementos clásicos pero las creaciones se liberan de algunas reglas, entre ellas, por ejemplo, que las coreografías no cuentan necesariamente una historia, incluso la música no tiene relación con este universo (como la Sinfonía Nro. 29 de Mozart sobre la que Bigonzetti desarrolla su producción, desarrollada en su momento para el Ballet Argentino de Julio Bocca) y la línea que distingue al hombre de la mujer se torna indistinta.
