“Estoy muy feliz de haber ganado. Hoy tenía un motivo muy especial para hacerlo, porque cumple un año mi hija Valentina. Le prometí que ganaría y pude, con la ayuda del equipo, lograrlo”, contó ayer apenas culminado el esfuerzo Víctor Arroyo.
El sprinter de Mardan, confesó que debieron trabajar mucho. “Siempre es complicado ganarle a Naranjo, pero también Richeze y Alan Ramírez, después nos obligaron a estar muy atentos y no perder nunca su marca”.
