Hay momentos y momentos. Este, en la vida de Sportivo Desamparados, es uno especial. Es que casi como que está en un callejón al que se le van cerrando sus paredes. Por eso las necesidades. Por eso, también las urgencias. Porque, al margen que nada sea definitorio, las ínfulas que pueden dar una victoria son otra necesidad en la vida Puyutana. Hoy, en su cancha del Barrio Patricias Sanjuaninas, desde las 21.30, recibirá al también urgido, Cipolletti de Río Negro. Justo el otro equipo llamado favorito para la lucha encarnizada por quedarse con el primer puesto de la zona.
Sportivo suma dos puntos, por los dos empates sucesivos en la ronda semifinal. El que logró allá, en Paraná frente a Patronato, para muchos tiene más valor que el que consiguió acá, en Puyuta, ante 9 de Julio. Pero lo cierto es que, para las matemáticas, los dos valen lo mismo.
Como de nuevo aparece al ruedo en casa es casi una obligación sumar de a tres. Primero, porque un nuevo empate lo dejaría trastabillando en las posiciones y justo en un torneo de corta respiración. Y, segundo, porque a este Cipolletti que tendrá enfrente, lo verá cuatro días después (el próximo domingo) pero allá, en Río Negro.
El último partido dejó un sabor agrio. Sportivo lo pudo ganar (si es por posibilidades, lo mereció) pero 9 de Julio armó una telaraña defensiva que el esquema que eligió Magistretti no la pudo romper. El técnico, en el par de días que pasaron, hizo un rápido replanteo y para hoy tiene previsto el regreso a la titularidad del Petinato Núñez, que irá por el pibe Campo. El imponderable que le surgió a Mauricio es que el goleador Arrigo se resintió de un golpe en uno de sus tobillos y es una gran duda para esta noche. Si no está, su reemplazante sería el pibe Gustavo Pereyra.
Así las cosas, el Puyutano buscará darle forma a sus ilusiones. Esta noche es una parada brava. De ninguna manera definitoria, pero sí demasiado importante para sus pretensiones.
