Durante treinta años no supo lo que era vivir con normalidad. Dolores, malestares y excesos de medicamentos fueron el resultado de una apendicitis mal curada, que desembocó en un cuadro de hepatitis C, para concluir en una cirrosis terminal.
Después de décadas de sufrimiento su hígado no aguantó más y tras dos años de esperar un órgano compatible, llegó el momento del trasplante. Ese día, Raúl Guarro volvió a nacer. Desde entonces su vida cambió radicalmente. Hoy, a los 64 años, este sanjuanino se dedica a la práctica de distintas disciplinas deportivas y acaba de ganar cinco medallas (oro, planta y bronce), en el Mundial de Trasplantados que se hizo en Suecia hace una semana.
“Nunca hice deportes, pero después que me trasplantaron, una de las recomendaciones fue hacer ejercicio. De ahí en más no paré. Me hace bien para el cuerpo y para la mente”, contó Raúl, quien antes de jubilarse se desempeñaba como trabajador ferroviario. La cantidad de drogas que tuvo que ingerir luego de recibir el nuevo hígado hizo que se le declarara diabetes y para controlar la enfermedad, empezó a trotar y a nadar. Justamente fue la participación en estas disciplinas lo que hizo que se trajera de Suecia cinco medallas. La de oro la ganó por la carrera de 200 metros llanos; las de plata, por los 100 metros llanos y por los 50 metros. Mientras que las de bronce, que corresponden al tercer lugar del podio, las obtuvo nadando 50 metros libres y 50 metros de espalda. Fue el varón argentino que más medallas obtuvo en la competencia. Del país asistieron 31 personas trasplantadas y trajeron 25 medallas. Este mundial se realiza desde hace 18 años y en esta edición participaron 3.000 personas de 60 países.
Raúl contó que la vida le dio otra oportunidad y que no está dispuesto a desperdiciarla. Entrena tres veces por semana y para llegar a las instancias mundiales tuvo que ganar torneos nacionales y sudamericanos. El hombre forma parte del grupo de trasplantados de PAMI, es viudo, tiene tres hijas y cinco nietos. Una alimentación equilibrada, mucho trote y nado, y el buen humor, son las claves que lo mantienen en pie.
Además de Raúl, hubo otro sanjuanino trasplantado, del grupo de PAMI, que fue al Mundial de Suecia. Se trata de Enrique Lima, de 54 años, quien participó en ciclismo. Ambos acaban de llegar a la provincia, con las medallas a cuestas y con un sinfín de anécdotas porque esta fue su primera vez en Europa.
