El gobernante Partido Popular (PP, centroderecha) ganó las elecciones legislativas en España pero se queda lejos de la mayoría absoluta para formar un nuevo Gobierno. En tanto, los socialistas del (PSOE) quedaron como segunda fuerza, y el emergente Podemos quedó tercero, con el 90 % de los votos escrutado.
El PP obtiene el 28,68% de los votos, lo que se traduce en 122 escaños en un Congreso de 350, seguido del PSOE, con el 22,18. Podemos, partido de izquierda y antiausteridad creado a comienzos de 2014, se sitúa en tercera posición, con 69 escaños, y Ciudadanos, formación liberal de centro que se presentaba por primera vez a unas elecciones generales, queda en cuarta posición, con 40 diputados.
Los 122 diputados que obtiene el PP le dejan a 54 diputados de la mayoría absoluta establecida en 176, por lo que tendría que recabar el apoyo de otras formaciones, especialmente de Ciudadanos.
Los resultados de estas reñidas elecciones confirman el fin del bipartidismo imperante desde los comicios de 1982, en el que los dos grandes partidos han sumado siempre al menos dos tercios de los votos.
Los dos nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos entran con fuerza en el nuevo parlamento y rompen la hegemonía ejercida hasta ahora por el PP y el Partido Socialista.
Con estos resultados habría dificultades para generar una mayoría con la que formar gobierno, porque serían necesarios más de dos partidos para alcanzar la mayoría absoluta.
Esa hipótesis de mayoría sólo la lograrían los dos partidos tradicionales, PP y PSOE, pero ese tipo de coalición es poco previsible y nunca se ha dado en la política española.
Según la Constitución española, el presidente del Gobierno es elegido por los 350 diputados del Congreso que, según el calendario electoral actual, se constituirá el próximo 13 de enero.
