Estambul, Turquía, 11 de septiembre.- En una semifinal intensa y de gran nivel, el seleccionado turco de básquetbol se impuso a su par de Serbia por 83-82, en el ultimo segundo, y se clasificó para la final del Mundial que disputa ‘en su casa‘.
Serbia lideró el marcador durante todo el encuentro, pero en el último segundo una grosera desconcentración defensiva le permitió al base Kerem Tunceru definir el encuentro con una bandeja.
De esta forma, Turquía jugará mañana la primera final de su historia ante Estados Unidos, que previamente venció a Lituania, por 89 a 74.
Por su lado, serbios y lituanos dirimirán el último escalón del podio, en el duelo por el tercer puesto.
Previamente, desde las 9 de Buenos Aires, Argentina y España disputarán la quinta plaza.
La semifinal fue dirigida por una terna latinoamericana. El argentino Pablo Estévez -de correcta actuación dentro de un contexto bastante localista- se dio el gusto de arbitrar un partido definitorio como lo hizo en las finales de Japón 2006 y Juegos Olímpicos Beijing 2008.
En el comienzo, Turquía pareció sentir la presión de jugar ante su público, al mostrarse errática, imprecisa, muy física y sumamente apurada para definir cada posesión.
Con la inteligencia de Milos Teodosic (13 puntos y 11 asistencias) en la conducción, el desequilibrio interior de Nenad Krstic (15 y 7 rebotes) y la puntería de Dusko Savanovic (15), el actual subcampeón europeo tomó las riendas del partido ante el desconcierto turco, que sólo contó con su capitán Hidayet Turkoglu (16) en su forma habitual.
Serbia se fue al descanso 42-35 arriba ante la sorpresa de las 15.000 personas que colmaron el Sinan Erdem Arena de Estambul. Los hinchas comenzaron a jugar su partido, en el tercer cuarto, al presionar con sus ensordecedores cánticos.
Una serie de errores serbios permitió al quinteto local acercarse, hasta que faltando 6m. 30s. para el final del tercer período, Turquía igualó en 46, con un triple de Baris Ermis.
Sin embargo, una ráfaga serbia de 8-0 comandada por Teodosic le permitió a los balcánicos recuperar una luz de ventaja.
De ahí en más, la ventaja osciló entre tres y siete puntos, siempre con los balcánicos comandando las acciones jugando a su ritmo, inmutables ante las ensordecedoras silbatinas de los hinchas turcos.
Serbia parecía tener controlado el encuentro, pero comenzó a caminar por la cornisa, al caer en la vorágine turca y nuevamente el conjunto local igualó las acciones, para pasar al frente (78-75) a tres minutos del final.
En un cierre emocionante, Turquía aprovechó un error defensivo para que Tunceri definiera el juego. En la réplica, con cinco décimas, Krstic fue bloqueado por el gigante Senith Erden.
Turquía, entrenado por el serbio Bogdan Tanjevic, no había sufrido en sus primeros siete partidos ningún sobresalto y había ganado sus juegos con mucha facilidad.
Los turcos se repusieron hoy ante la adversidad y sus nervios para meterse por primera vez en una final y enloquecer a todo un pueblo.
La joven (el promedio de edad más bajo del torneo con 23,6) y talentosa formación balcánica volvió a sorprender en un Mundial donde nadie la esperaba, pero pecó por su inexperiencia para cerrar un encuentro que tenía en su bolsillo.
