En su entorno lo definen como un hacedor de proyectos y sus socios electorales remarcan que tiene capacidad para lograr consensos políticos en busca de estructuras más fuertes. Y los hechos parecen confirmar esas definiciones. Antes de calzarse el traje de candidato a Gobernador por el Frente Juntos por San Juan, Martín Turcumán fue el presidente de la Fundación Pensar, la usina de ideas del macrismo. Y en su rol de postulante al sillón de Sarmiento, fue uno de los encargados de entablar las arduas y desgastantes negociaciones con la UCR y Dignidad Ciudadana para conformar la alianza que pretende darle pelea al oficialismo y al basualdismo. Con 38 años y el sello macrista de la renovación en política, el más joven de los 6 contendientes apuesta a convertirse en una alternativa para el electorado en esta elección.
En su corta trayectoria política, se define como un demócrata, en el sentido de que "lo mejor que puede hacer un político es saber escuchar, ponerse en el lugar de los demás y tener mucha tolerancia. Que entre todos se pueda convivir con las diferencias que puedan existir". En el radicalismo, la fuerza que integra la sociedad y cuyos dirigentes entablaron negociaciones con él para el armado de las listas, coincidieron con esa impresión y lo calificaron como inteligente, con sentido común y como una persona empeñada en ocuparse y cumplir con su tarea. Además, también remarcaron ese perfil democrático al reflejar, por ejemplo, que hizo los esfuerzos necesarios para sumar a los candidatos del PRO que perdieron la interna con la UCR en algunos distritos, y resaltaron que poseen un sentido amplio de negociación para la construcción política.
En el seno familiar, su abuelo y su padre "fueron peronistas de los de antes", asegura Turcumán quien dijo que la doctrina justicialista formaba parte de las charlas en el hogar. Sin embargo, explicó que por su espíritu crítico y porque "el peronismo romántico que tenían los viejos se fue deformando", buscó otros rumbos. De hecho, a la hora de mencionar un referente político lo encuentra en el radicalismo. "Siempre he admirado mucho la presidencia de Arturo Frondizi, impulsor del desarrollismo, por su mentalidad, su coraje, inteligencia, las obras y proyectos que encaró". Y ve muchas cosas del dirigente en la figura del líder del PRO, Mauricio Macri, al punto de asegurar que "es lo más parecido a Frondizi".
En su juventud, Turcumán no militó en agrupaciones universitarias y su decisión de participar en política se dio por un hecho de inseguridad, un robo violento que sufrió la esposa de un amigo. "Me hizo sentir que había que involucrarse para cambiar las cosas. Sentí culpa por esperar que las cosas se resuelvan solas", había manifestado.
La cobija del cambio fue el partido que fundó el actual jefe de Gobierno porteño y a nivel local se unió en 2012 a la Fundación Pensar, la fuente de generación de proyectos del macrismo, la cual llegó a presidir. La elección por el PRO se produjo porque "el partido y el frente que constituimos representa de manera acabada los valores republicanos, ante un escenario en el que viene deteriorándose nuestra forma republicana de vida, por el avance que el kirchnerismo viene realizando contra la Justicia y las distintas instituciones". En ese marco, destacó que "si hay algo que me gusta de Macri es la aplicación de la tecnología para dar soluciones a la problemática de la gente. Si en San Juan la utilizáramos, podríamos agilizar y mejorar muchos procesos administrativos, a la par de combatir la corrupción".
Su visión del Estado, al igual que el ideal macrista, se basa en que "debe ser manejado como una empresa, porque debe ser eficiente para poder mejorar la calidad de los servicios que se prestan. Deben estar los mejores para brindar respuestas efectivas a la sociedad. El Estado tiene que estar al servicio de la gente y no de la política, es decir, resolver los problemas de todos, antes de inaugurar obras fastuosas".
Desde el lugar de articulador de proyectos para el macrismo, pegó el salto a la candidatura a la Gobernación. La decisión, digitada desde la ciudad porteña, también se gestó para que la figura más visible del PRO, Eduardo Cáceres, diputado nacional electo en 2013, pudiera competir como intendente de la Capital.
