Buenos Aires, 16 de julio.- Repugnante y maleducado, así fue el gesto de Gerard Piqué en medio de los festejos de España por la obtención del Mundial por primera vez en su historia. El defensor se encontraba justo a Cesc Fábregas cuando no tuvo mejor idea que escupir a un dirigente por la espalda.
El directivo en cuestión es Manuel Cortéz, un ex presidente del Valencia y actual delegado de la selección española, quien optó por restarle importancia a la acción, aunque se mostró dolido por el desubicado gesto del jugador de Barcelona.
Piqué es conocido por sus bromas, aunque esta vez, con algunas copas de más , fue demasiado lejos y quedó muy mal parado frente a la vista de todos, mientras algunos compañeros le festejaban la acción.
