Un motorcito. Desde que arrancó la competencia en la mañana de ayer, Gerardo Fernández mostró ganas de armar una fuga. Recién transcurrían los primeros kilómetros y el del Palmar del Lago, quería irse, pero nadie lo dejaba. Principalmente la gente de la Municipalidad de Pocito saltaba para no dejarlo escapar. Hasta que pasando los baños de Talacasto, Gerardo junto con José Luis Villalobo se fueron. Con el menor de los Villalobo estuvieron por varios minutos en la cima del pelotón. Incluso llegó a ganar dos metas volantes y terminó segundo en una meta de montaña. Las piernas le respondían y las ganas de llegar a lo más alto del Colorado estaban latentes. Hasta que el motorcito a esa altura ya desgastado, no pudo batallar con el motor que imponía el pelotón. Gerardo sintió el desgaste y fue alcanzado por el resto. Aún así fue el que más actitud puso para hacerle frente a la montaña.