Cuando Omar Flores evoca aquel partido no deja de destacar el amor propio de ese equipo de Atlético de la Juventud Alianza, al decir de Salvador Spadano, su técnico “el mejor que dirigió”. “Realmente fue un partido muy duro -rememora el Oso- llegamos una hora y media antes al estadio y no pudimos salir a hacer el calentamiento a ningún lado. Nos enlagunaron el túnel y nos hicieron salir a la cancha por delante de la hinchada de ellos, fue tremendo”.

Durante el partido sacó todo lo que pudo y asume como error propio el gol de tiro libre que le convirtieron. “Le pegó a mi palo y yo había inclinado el cuerpo para buscar el chanfle al otro palo, por suerte después pude resarcirme”, amplió.

Tuvo revancha en la misma cancha de Chicago con toda la tribuna local detrás en la serie de penales que se extendió hasta el noveno disparo. “Atajé cuatro y un par se me pasaron por al lado de las manos. Después que empatamos, nos agrandamos y ellos se pincharon. ¡Que partidazo que hicimos! Lástima que no pudimos ascender, ese grupo merecía haber llegado más lejos”, culminó.