En sus primeras declaraciones tras regresar de Dinamarca, el líder del PJ, José Luis Gioja, no esperó a que le pregunten para ratificar la sociedad que mantiene su partido con el bloquismo. "De parte nuestra y también de parte de ellos, las condiciones son exactamente iguales…los términos del acuerdo siguen vigentes", aseguró en una improvisada ronda de prensa. Sus palabras intentan poner paños de agua fría a la polémica que se armó el miércoles pasado, cuando los concejales del partido de la estrella de Capital rechazaron y cuestionaron una ordenanza clave que impulsaba el intendente Marcelo Lima en medio de un duro conflicto con el gremio. En el entorno del gobernador atribuyeron el desencuentro a que la línea bloquista de Enrique Conti, enemigo del acuerdo con el giojismo, está jugando a romper la alianza.
Gioja se esforzó en asegurar que todavía hay buenas migas con sus socios, con el argumento de que lo de Capital "fue un hecho aislado". Y contó que en las últimas horas habló con la presidenta del partido de la estrella, Graciela Caselles, confirmando la continuidad del frente que armaron en 2007 para compartir boleta en el cuarto oscuro.
Lima tampoco lo había atribuido a una posición del bloquismo orgánico. Pero lo cierto es que Caselles se mostró alineada con la idea de no acompañar la emergencia laboral que fijó el intendente para asegurase que el quite de colaboración del Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) no afecte los servicios de recolección y limpieza. Pasa que esa iniciativa modificó parcialmente el Convenio Colectivo de Trabajo y mientras el jefe comunal lo quiere reformar por completo por ser "inaplicable", sobre todo la escala salarial que reclama el gremio, la bloquista se opone debido a que fue impulsado por su hermano Javier, cuando conducía la ciudad. "Yo no voy a ser las Judas de mi hermano", afirmó el viernes.
Gioja fue cuidadoso ayer y en forma generalizada, dijo que hay sectores del peronismo, del bloquismo y de la prensa que "quieren vernos separados, discutiendo".
Fuentes de su riñón pusieron un poco de claridad. Afirmaron que el gobernador habla por Conti y sus seguidores, que en los debates internos del bloquismo han rechazado la idea de seguir con el PJ. Según las fuentes, el concejal Alejandro Bravo, el otro edil bloquista es Miguel Pérez, reporta al ex intendente y está jugando a romper.
Gioja se mostró confiado en que el bloquismo volverá a acompañar a Lima. "Totalmente", respondió. Ese optimismo choca de frente con lo que dijo Caselles, que el viernes insistió una y otra vez en que no irá contra de la letra del Convenio Colectivo.
La continuidad de la discusión parece impostergable y para Lima es vital en su gestión, ya que implica nada menos que el control municipal. El intendente ha prometido avanzar con la redacción de un nuevo Convenio Colectivo y lo está estudiando hacer por ordenanza; al tiempo que el SUOEM replicó que seguirá dando lucha.
Lima también habló en las últimas horas. Y fue duro. El domingo, en la Feria de las Pulgas, opinó que con el rechazo a la emergencia, los concejales bloquistas "no se pusieron del lado del vecino".
