Con el sueldo de septiembre, que se pagará a fines de ese mes, los agentes del Estado provincial percibirán entre un 30 y un 40 por ciento más por asignaciones familiares. El incremento fue dispuesto ayer por la gestión giojista en respuesta a un pedido que habían formulado los gremios y viene acompañado por un ajuste en la escala salarial para que ningún trabajador vea resentido el adicional. A partir del aumento, el pago por hijo para los que menos ganan pasará de 350 a 490 y la ayuda escolar se va de 190 a 265 pesos.
Se trata del cuarto aumento de las asignaciones familiares que dispone la administración giojista desde el año 2010, como una forma de compensar los efectos de la inflación. El anterior fue en 2013, cuando la mejora llegó hasta el 30 por ciento y por primera vez se dispuso una actualización en los tramos salariales que determinan cuánto va a percibir cada agente público.
Los estatales gozarán del aumento a fines de septiembre, cuando se pague el sueldo del mismo mes. La mejora alcanza no sólo a los empleados de todos los organismos del Poder Ejecutivo, sino que también incluye a los que cumplen funciones en la Cámara de Diputados y en el Poder Judicial.
La noticia fue dada a conocer en rueda de prensa por el gobernador José Luis Gioja y el ministro de Hacienda, Francisco Alcoba. De acuerdo a la información oficial, la recomposición va de un 30 a un 40 por ciento dependiendo de los distintos segmentos de haberes (los más beneficiados son los que menos cobran) y el promedio general es de un 33 por ciento.
Por otro lado, el nuevo tramo salarial llega hasta los 5.300 pesos, el segundo hasta 6.600 y el tercero abarca a los que están por encima de los 6.600 (Ver infografía). Esta actualización en particular es clave para muchos trabajadores, ya que habían quedado comprendidos en un peldaño superior por efecto del último aumento de haberes y pasaron a cobrar menos por asignación familiar. En definitiva, con la nueva escala volverán a estar en el tramo inferior y el adicional que embolsarán será mayor.
Según el decreto oficial, un empleado con un sueldo de hasta 5.300 pesos percibirá 350 pesos por hijo y uno del mismo segmento cobrará 1.680 pesos por hijo discapacitado, lo que representa un 40 por ciento más de lo que percibieron hasta el mes pasado. Mientras que un agente con un salario de más de 6.600 pesos embolsará por hijo 195 pesos, es decir un 30 por ciento extra en relación a agosto.
El incremento se venía barajando desde el mes de mayo, cuando los dirigentes gremiales fueron a golpear las puertas de la cartera de Hacienda tras conocerse que la administración kirchnerista mejoró las asignaciones de los empleados nacionales. El Ministro dejó abierta la posibilidad de una recomposición, pero les advirtió que se podría llegar a plasmar cuando se cumpliera un año de la última. La Nación hizo lo mismo, ya que entre el último aumento y el de 2013 también pasó un año.
Ayer, Gioja admitió que “no son tiempos fáciles para los aumentos”. No obstante, aseguró que “trataremos de escuchar los pedidos de cada uno de los gremios y aportaremos un porcentaje para que el salario sea mejor”.
Los montos provinciales están algo por debajo de los que impuso la gestión que encabeza la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Pero hay una diferencia sustancial: los trabajadores locales corren con la ventaja de que aquí no hay tope máximo y todos cobran el adicional; mientras que a nivel nacional existe un techo salarial y el que lo sobrepasa, no recibe nada en concepto de asignación familiar.
