El plan de las FARC para matar a Uribe -líder opositor y candidato a senador para 2014- plantea grandes interrogantes sobre la buena fe de los rebeldes para implementar un acuerdo de paz. Según el gobierno de Juan Manuel Santos, el autor intelectual del plan de asesinar a Uribe fue "’El Paisa”, ex miembro del cártel de Medellín que encabeza el Frente Teófilo Forero de las FARC. Pero la pregunta clave es si actuó aisladamente, o con conocimiento del comando de las FARC que está negociando la paz en Cuba con el gobierno de Colombia. De comprobarse esto último, aumentarían las presiones para que Santos cancele las conversaciones.

Uribe, duro crítico de estas conversaciones, sugirió -sin decirlo- que el liderazgo de las FARC tenía que estar al tanto del plan para asesinarlo porque es una organización "’articulada” y "’jerárquica”, y citó razones por las que se opone a las negociaciones de paz con los rebeldes, que dijo, son responsables de más de 30.000 secuestros y miles de asesinatos.

"’Mire, las FARC llenan titulares de la prensa internacional hablando de paz, (pero) el último fin de semana secuestraron los pasajeros de 200 vehículos…y asesinaron cuatro policías. ¿Quien acepta que su gobierno negocie con el terrorismo, y que en el curso de esas negociaciones asesine a sus soldados y policías?”, preguntó. Uribe atacó una oferta del gobierno para que los dirigentes de las FARC no vayan a la cárcel, y puedan presentarse como candidatos para el Congreso. "’La impunidad es la madre de nuevas violencias. La historia de Colombia lo ha demostrado”, dijo.

¿Pero acaso todos estos procesos no tienen algún tipo de perdón?, pregunté, como en Sudáfrica, Nicaragua, El Salvador y en otros países que sufrieron conflictos armados? "’No se puede comparar las FARC en Colombia con lo ocurrido en Sudáfrica o en Centroamérica”, respondió Uribe. En Sudáfrica Nelson Mandela combatía contra el apartheid, y los rebeldes de Centroamérica contra dictaduras, pero en Colombia las FARC "’han estado luchando contra una democracia respetable”, argumentó.

Mi opinión: aunque no comparto la oposición absoluta de Uribe a las conversaciones de paz de Colombia, el nuevo plan de las FARC para matarlo me genera mayor escepticismo de que se logre un acuerdo significativo. Si Uribe está en lo cierto y las FARC son una organización "’jerárquica”, y el Frente Teófilo Forero actuaba con conocimiento del comando general de las FARC, eso implica que los rebeldes no están negociando de buena fe, sino siguiendo una estrategia de "’combate en todos los frentes” para ganar posiciones tanto por la paz como por la violencia.

Y si Uribe está equivocado y el Frente Teófilo Forero actuaba independientemente, sin conocimiento del liderazgo de las FARC, la situación es igualmente mala. ¿Qué sentido tiene negociar con la dirigencia de las FARC, si no puede controlar a sus combatientes?