Lo había anticipado Hrabina el jueves, en cuanto a que ayer iba a probar con algunas variantes y recién ahí se definiría sobre quienes serán los once que mañana recibirán a Merlo desde las 21 con el arbitraje de Mauro Giannini. Y así fue, ayer por la mañana introdujo dos variantes, se quedó conforme y el equipo ya quedó listo, buscando volver al triunfo luego de cuatro partidos (tres empates y una caída).
La derrota del fin de semana pasado en Corrientes ante Boca Unidos generó un alerta. El puntero de la B Nacional perdió tras 12 fechas y tuvo un desempeño muy pobre, donde fueron pocos los futbolistas que se salvaron. Por ello no sorprendió y hasta se presumía que los cambios de nombres iban a ser una fija. Los que los sufrieron fueron el lateral izquierdo Gustavo Toranzo y el volante Lucas Sparapani.
En su lugar ingresarán el uruguayo Ignacio González y Guillermo Pereyra, respectivamente. Con ello no se cambió el esquema, sino que se oxigena los puntos donde más flaqueó el Verdinegro.
Con esa dupla de variantes, el equipo formará con Luciano Pocrnjic; Raúl Damiani, Líder Mármol, Leonardo Sánchez, González; Pereyra, Omar Gallardo, Mariano Torresi, Leandro Becerra; Walter Cuevas y Sebastián Penco.
Hoy el plantel entrenará por la mañana e inmediatamente quedará concentrado a la espera del choque ante Merlo, equipo que viene de caer de local por 1-0 sobre Rafaela, que marcha de mitad de tabla para abajo y que está a 16 puntos de San Martín.
MERLO TAMBIÉN TIENE DOS VARIANTES
El rival del Verdinegro viajará hoy a la provincia con dos variantes respecto al juego anterior. Ya que el entrenador Felipe de la Riva dispuso del ingreso de Martín Fabro, quien volverá a ser titular en lugar de Maximiliano Pogonza y se producirá el debut del juvenil ex Vélez Guillermo Pfund por Cristian Gutiérrez.
El equipo que se parará con un 4-3-1-2, alistará con Armani en el arco; Pfund, Méndez, Delgado, Almada en el fondo; Fabro, Leonel García, Pajón como contención; Seccafien será el enganche bien definido; mientras que Barreiro y Cipriani serán las armas goleadoras.
