Desde la medalla de bronce en los ODESUR del año pasado, mi vida cambió mucho. Trato de ser lo más profesional posible, en entrenamiento, comidas y descanso.
Mi hermano menor, Santiago, es el que por ahí me carga porque ve que no tomo gaseosas. Es un sacrificio, pero sin traumas. Lo que más me gusta es mi deporte.
Argentina tiene dos plazas para participar en los Panamericanos de Toronto. Estoy entrenando a full porque tengo la confianza de poder lograr uno de esos lugares.
