Cristian Grabinski pasó ser el héroe por su cabezazo preciso cuando el partido, luego de mucho sufrimiento, parecía irse con empate. Pasó a ser el "goleador silencioso", no sólo porque no lo festejó, sino porque es su manera de manejarse. De pocas palabras, reacio para el diálogo con la prensa, pero clave en la estructura del técnico Verdinegro Darío Franco por su experiencia.

"Es muy difícil ganar en esta cancha, sobretodo por el viento", abrió el ex central de Chacarita en Primera División. "Lo importante es sumar y tomar confianza y para eso sirven este tipo de partidos y de la forma en que se ganó", le agregó.

El gol, su amigo con el que pocas veces se encuentra, lo acompañó a Comodoro Rivadavia y se alió con él cuando más lo necesitaba. "En el gol vino porque es ahí donde tiene que caer la pelota de los corner para ganar", relató sobre su obra, aunque aclaró que tuvo parte de fortuna porque "la pelota me apareció detrás de Penco y le di un poco con la cara".

Fue el debut en la red con la camiseta verdinegra y el primer gol que anota en la cuidad chubutense, en un reducto muy difícil para cualquier equipo: "se complica por el viento, la cancha y porque ellos tiene buenos jugadores", resumió el por qué del bajón futbolístico.

Para Grabinski fue un "clink caja", para ganar y pensar ahora en Ferro, el próximo rival. "Ahora hay que hacerse fuerte, especialmente porque jugaremos como locales", expresó sobre lo que viene el salvador en la tarde de Comodoro.