El abogado Santiago Graffigna, implicado en un caso de estafa contra particulares por juicios de expropiaciones, aseguró ayer que nunca se quedó con dinero de sus clientes. Lo dijo frente a la jueza María Inés Rosellot en una extensa audiencia indagatoria que se extendió por varias horas.
Graffigna era abogado de propietarios de terrenos expropiados y la Justicia lo acusa de haberles rendidos mucha menos plata de la que pagó el Estado por los inmuebles. Ayer, según fuentes calificadas, el letrado aseguró que nunca se guardó plata ajena, porque los desembolsos que hizo la provincia salieron y fueron depositados a nombre de sus clientes.
La audiencia se extendió por más de tres horas en la mañana y se retomó pasadas las 19 horas. Las fuentes confiaron que Graffigna no estaba bien de ánimo y que su descargo lo hizo leyendo un documento que preparó.
Se sabía que la Justicia le imputa 12 hechos de administración fraudulenta. Pero ayer se conoció que además le endilgan el delito de coacción.
Luego de estar oculto de la Policía por casi 20 días, Graffigna se entregó el lunes y quedó detenido porque la jueza le negó la eximición de prisión. Junto a él está en la mira su colega Horacio Alday, que por ahora no tiene pensado presentarse para comparecer en la causa.
Después de la indagatoria, la jueza tiene que resolver la situación procesal de Graffigna. Puede dictar su procesamiento, en cuyo caso seguiría preso, o sobreseerlo. Mientras tanto, continúa detenido.
