De anteojos negros, muy seria y apurada y seguida de cerca por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, la presidenta Cristina Fernández ingresó ayer minutos antes de las 18.30 al edificio de la Casa Rosada a la que, por distintas circunstancias, no volvía desde el 31 de julio pasado. Y hoy reaparecerá, por primera vez en público en un acto oficial tras el mal paso del domingo en las elecciones primarias, en medio de una ola de rumores sobre su pésimo estado de ánimo y una creciente expectativa sobre recambios en el gabinete nacional.

Cristina se mostrará en público hoy a las 13 en un acto en Tecnópolis (en Villa Martelli) y luego emprenderá viaje a Paraguay para asistir a asunción del presidente, Horacio Cartes.

Después de la derrota en las PASO, la Presidenta se llamó a silencio, igual que los ministros, y ayer solo se limitó a recibir en la quinta de Olivos al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina y al secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli. Pero por la tarde decidió regresar a la Casa de Gobierno.

La fuerte expectativa por la reaparición de la Presidenta, tanto de políticos como empresarios, se centra en si durante su presentación de hoy Cristina ratifica el modelo o da pistas, con algún anuncio importante, de un cambio de rumbo como demandan las urnas.

A las 13 en Tecnópolis, la presidenta encabezará junto a los ministros de Educación, Alberto Sileoni, y de Agricultura, Norberto Yahuar, la presentación del Programa Agrovalor, una convocatoria de ambas carteras para la creación de Unidades Productivas de Innovación Agropecuaria y Agregado de Valor en las Universidades Nacionales. Durante el acto, se entregarán además 23 minibuses a Escuelas Agrarias de diferentes provincias y se pondrá en marcha el Programa ’Universidad, Diseño y Desarrollo Productivo’.

La jefa del Estado habló en público el domingo cerca de la medianoche en el Comando de Campaña del Frente para la Victoria tras conocerse los guarismos que le otorgaban a ese espacio una clara derrota en los principales distritos del país. No obstante, la pobre performance del Frente para la Victoria generó expectativas tanto en sectores empresariales como en el propio kirchnerismo sobre la posibilidad de anuncios de medidas que cambien el humor del electorado con vistas al 27 de octubre.

Por diferentes circunstancias, desde el 31 de julio último, la mandataria no concurría a la Rosada. Ese día, había recibido en su despacho oficial a un grupo de militantes kirchneristas agredidos en distintas localidades bonaerenses y luego asistió en la Bolsa de Comercio con motivo de un nuevo aniversario de su creación. Al día siguiente, primero de agosto, viajó al norte donde presidió sendos actos en las provincias de Salta y Jujuy y ese sábado acompañó al candidato K en la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, a un acto en el partido de La Matanza.

El domingo 4 viajó a Nueva York para participar del debate anual del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que la Argentina preside durante este mes. Retornó a Buenos Aires en las primeras horas del miércoles 7 y al mediodía viaja a Rosario para visitar a las victimas de la explosión de un edificio por una falla en la instalación de gas. El jueves 8, mientras en distintos puntos del país se realizaba un nuevo cacerolazo de protesta, CFK permaneció en Olivos y al día siguiente viajó a Río Gallegos donde votó el domingo antes de retornar a Buenos Aires.