Estados Unidos, 1 de agosto.- El juez Thomas Griesa se reúne en Nueva York con los abogados de la Argentina, los representantes de los acreedores en litigio y los intermediarios financieros. En el inicio del encuentro, el magistrado se expresó contra las declaraciones públicas del Gobierno, e instó a los abogados que representan al país a que se terminan. "Son muy engañosas", enfatizó.

"Argentina puede disentir con la Corte, pero las tergiversaciones de los hechos tienen que parar", enfatizó. Pero ante todo, Griesa dejó en claro en los primeros momentos de la audiencia pública que aunque la Argentina entró en default, aún debe cumplir con las obligaciones del fallo de su magistrado: pagar el 100% a los holdouts."Las obligaciones del país no se extinguieron", subrayó.

El magistrado instó a la Argentina a que coopere con el mediador Daniel Pollack, y buscar de esta forma una solución rápida para resolver el problema.

Los abogados del fondo NML Capital, del multimillonario Paul Singer, aseguraron que las negociaciones con la Argentina deben continuar, pero pidió que no se reemplazara al special master, luego de las críticas del ministro de Economía, Axel Kicillof. No tiene la más pálida idea de que es el Mercosur, difícilmente tiene la preocupación que acusó sobre todos nosotros. No la tiene", sentenció sobre el mediador.

Griesa aclaró que no reemplazaría a Pollack porque ha demostrado avances en las negociaciones. "No hay razón para siquiera contemplar que otra persona sea special master. Tranquilicémonos con alguna idea de desconfianza. Podemos confiar en los hechos. Podemos confiar en las propuestas: esto no es un concurso de personalidades", concluyó, y dio la audiencia por terminada.

No es novedad que las declaraciones públicas del Gobierno irriten al juez neoyorquino, que se ha mostrado molesto por las palabras de funcionarios argentinos más de una vez, tanto en fallos escritos como en audiencias. La presidente Cristina Kirchner aseguró ayer en cadena nacional que "impedir que alguien pague no es default", en clara referencia a la decisión del juez de congelar los u$s539 millones del Bank of New York Mellon (BONY). Además, señaló que la "cesasión de pagos no existe".