Lo que, en apariencias, era la pareja mediática más ‘amorosa’, terminó en una guerra campal con denuncias cruzadas en comisarías y con hechos de violencia física y verbal. Después de la aparición de una foto de Barbie Vélez con moretones en su brazo, Fede Bal la denunció por ‘lesiones y daños’, mientras que la joven hizo lo mismo en la Comisaría de la Mujer de Tigre. La historia continuó de mal en peor.
El hijo de Carmen Barbieri se presentó ante la Justicia para ampliar su denuncia contra la hija de Nazarena y explicó a la prensa que ‘es un moretón de un agarre, claramente, del sábado. Seguramente míos, para que parara y no destruyera todo en mi casa. Ella sabe muy bien lo que pasó’. A la salida de Tribunales, Federico dijo: ‘Declaré que tuvimos una relación tóxica en la que la violencia ocurrió ese último día. No podíamos dejarnos y a veces el amor/locura hace que uno quiera recomponer una relación y cambiar a la otra persona.
Lo mejor que se puede hacer es separarse. Han dicho barbaridades de mí, como que le pegué patadas en el piso. Ella declaró que yo nunca le pegué, que sólo la agarré’. Pero Barbie respondió con una presentación a través de su abogado Gabriel Lezzi en el Juzgado Criminal y Correccional N¦ 12 de la Ciudad, copias de la causa que ya estaba radicada en la Fiscalía especializada en Violencia de Género de Tigre. En la misma, la actriz había denunciado a Bal por el delito de lesiones dolosas agravado por el vínculo en un contexto de violencia de género. Ahora, el letrado solicitó mediante un escrito que se le realicen pericias psiquiátricas y una rinoscopia a Bal para detectar ‘metabolitos en orina, con la finalidad de indicar la existencia de cualquier sustancia tóxica, droga de diseño, consumo de cocaína’.
Por último, además solicitó que se cite a prestar declaración testimonial a José María Muscari, Candela Ruggeri, Laura Fernández, Federico Hoppe, Hugo Martín, Kenny Palacios, Pablo ‘Chato’ Prada y Martín Bossi, entre otros allegados famosos a la expareja. El informe de parte y la evaluación de riesgo solicitada por el juez de la causa coincidieron en que el cuerpo de la joven daba cuenta de una situación de violencia crónica con escalada creciente. El primer perito describe de manera superficial las lesiones en el hemicuello derecho como ‘escoriaciones tenues’ y las correlacionó con opresión a nivel cervical anterior. Las escoriaciones se producen por la fricción o el roce de un agente mecánico sobre la piel. En este caso, coincidente con el relato de la denunciante, cuando afirma: ‘Me tenía sujetada del cuello con una mano y con la otra le pegaba a la pared’, se indicó.
Además de los hematomas y de las escoriaciones, el cuerpo de Barbie presentaba al momento de realizar la denuncia un ‘globo hemático en la región occipital’. Es decir: un chichón en la parte posterior de la cabeza. ‘Es compatible con el traumatismo contra el armario. También, esta lesión habla de la intensidad del traumatismo: la arroja y golpea su cabeza contra un mueble’. La denuncia dejó de manifiesto, además, que la actriz de 21 años ‘ingiere psicofármacos y ansiolíticos (como el clonazepam)’. ‘Esto es debido al estado de tensión emocional, ansiedad y angustia que le produjeron las sucesivas agresiones y el maltrato doméstico’, sugiere el legista.
