Guillermo Luque salió ayer en libertad condicional de la cárcel de Catamarca, donde cumplió catorce años de prisión por la violación y asesinato de María Soledad Morales, y aseguró que fue "un inocente preso".

En tanto, los padres de la joven asesinada en 1990 y la religiosa Martha Pelloni, quien impulsó marchas de silencio en reclamo de justicia, lamentaron el beneficio judicial para Luque y recordaron que falta investigar el encubrimiento del crimen.

Luque fue notificado ayer en la mañana en Tribunales por la jueza de Garantías Alicia Cabanillas que le concedan la liberación que solicitó tras cumplir dos tercios de la condena a 21 años de prisión que se le impuso en 1998, cuando ya había permanecido 23 meses detenido.

Durante los primeros años de detención de Luque sin sentencia la justicia de Catamarca sustanció dos juicios por el crimen, dado que el primero debió ser anulado cuando se comprobó que un juez influenciaba a otro para votar un veredicto.

Ayer, al retirarse de Tribunales, Luque manifestó que "hubo un inocente preso en Catamarca", dijo que estaba "tranquilo" y se comprometió a dar una conferencia de prensa en la que contestará todas las preguntas "sin distinción de nadie".