La eliminación en la fase de grupos de UPCN en el Mundial de Clubes de vóleibol puso al equipo sanjuanino frente a un espejo al que no está acostumbrado a mirarse. Los seis títulos consecutivos en la Liga Argentina, los 2 Sudamericanos y las medallas de bronce en los dos Mundiales de Clubes anteriores, entre otras conquistas en su exitosa trayectoria, llevaron al equipo sanjuanino a una extensa etapa de conseguir las metas principales que se fue proponiendo.
Que no haya dado otro paso en el mismo camino pone al grupo en el desafío de sacudirse rápido para que no haya repercusiones en el inicio de la Copa ACLAV y la Liga Argentina, el máximo objetivo a nivel nacional de la temporada que recién se inicia.
En el inicio de la competencia en Betim, la actuación contra Minas no dio lugar a pensar lo que ocurriría después. La cómoda victoria 3-0 marcó una estupenda actuación frente a un rival que terminó demostrando un bajo nivel en los 3 partidos que disputó (los perdió todos).
El partido clave fue en la segunda presentación del certamen, con la dosis extra de ser el clásico nacional, contra Bolívar. La sensación generalizada fue que el equipo perdió el encuentro 3-1 porque se nubló en la recta final de los sets que cayó, debido básicamente al saque y a la gestión de contrataque. Obligado a la victoria por 3-0 o 3-1 contra el favorito del grupo, el Trentino italiano (actual subcampeón europeo), UPCN dio batalla en el primer parcial y anímicamente no encontró fuerzas para revertir la historia, cayendo finalmente 3-0.
Contando los duelos del Mundial, este equipo lleva recién jugando 13 partidos juntos y no pudo sostener el mejor nivel de funcionamiento que alcanzó en el inicio de este proceso.
Por ejemplo, un hecho que se reiteró en los dos últimos partidos y en el encuentro que UPCN revirtió en la final de la Copa Master contra Lomas, es que Fabián Armoa apeló al cambio del armador. El experimentado Valerio Vermiglio es una de las incorporaciones de la temporada y cumple un rol clave en el rodaje que necesita encontrar todo el equipo.
Aumentar la eficacia de presionar con el saque y cerrar las oportunidades en la recta final de los sets ajustados seguramente serán fáciles de conseguir en el regreso a la competencia nacional. El próximo desafío del equipo será en la fase de grupos de la Copa ACLAV el jueves 3 de noviembre, cuando enfrente a Gigantes del Sur y dos días después a Obras, buscando un lugar en las semifinales que se disputarán a fin de año. En el medio comenzará la Liga Argentina y el hexacampeón tendrá el tiempo para olvidar los sinsabores de esta actuación. Al hecho principal de no haber cumplido con el primer objetivo de clasificarse a las semifinales, al equipo sanjuanino se le suma otro agregado que amplifica las sensaciones, porque si está el archirrival a nivel nacional, Bolívar, que hoy estará jugando por la tercer plaza del torneo. Una sensación que no había experimentado hasta el momento.
