Además de reconocer el derecho de los jueces, que también le asiste a los miles de jubilados que lo vienen reclamando desde hace años, el objetivo fundamental de gestionar el 82 por ciento es lograr revertir la situación de envejecimiento que presenta una sector importante del Poder Judicial sanjuanino. Pero se cumplirá a medias. Los cinco integrantes de la Corte de Justicia están en condiciones de retirarse ya, pero dos ya dijeron por lo bajo que no piensan en irse y los otros guardan silencio. El envejecimiento es común a la mayoría de las provincias, generado por el límite salarial que puso el ex ministro de Economía Domingo Cavallo. Los jueces de todo el interior en edad de jubilarse se vieron obligados a seguir en el cargo para evitar que sus ingresos se vinieran al piso. Con el 82 por ciento, ya no podrán invocar estrictas razones económicas. Son unos 40 los que están en condiciones de irse, pero hay algunos que ya adelantaron que más allá del cambio de situación no lo harán. Por lo pronto, dos ministros del máximo tribunal lo hicieron saber fuera de micrófono y el presidente, Juan Carlos Caballero Vidal, dijo que lo pensará en su momento, al igual que sus otros dos compañeros. El intento por renovar el material humano pareciera no ser un capricho del poder político de turno. La misma Corte de Justicia, el Colegio de Magistrados y hasta en la Junta Federal de Cortes han reconocido que el envejecimiento de la magistratura en el país es uno de los factores que afecta el óptimo rendimiento del Poder Judicial y que se debe solucionar cuanto antes. De ahí que provincias como Tucumán y Mendoza hicieron punta con gestiones para eliminar el tope. Lo mismo que intenta San Juan golpeando puertas en la ANSES o en la misma Casa Rosada. No para lograr solamente que un puñado de ciudadanos se jubile con los que le corresponde por derecho, sino para refrescar el staff de los que deben administrar justicia, hoy con un desgaste natural. Paralelamente, los reclamos de mayor celeridad en la causas se multiplican.
