El Gobierno nacional dio ayer el primer paso para un aumento de las tarifas de energía eléctrica al oficializar los nuevos precios que regirán a partir del 1 de febrero en el Mercado Eléctrico Mayorista, que unifica los costos en todo el país y elimina los subsidios. Se estima que las facturas, al menos las de la Ciudad y provincia de Buenos Aires, llegarán con una suba de hasta más del 300 por ciento de acuerdo al consumo de cada cliente.
La Resolución 6/2016 del Ministerio de Energía y Minería, publicada ayer en el Boletín Oficial, toma como referencia para los nuevos precios que deberán pagar las distribuidoras una anterior del año 2011 y desde esa base se observa que los valores presentan aumentos desde 200 hasta 345%, de acuerdo a consumos de más o menos 300 kilovatios.
En base a esos valores, se estableció que el precio de referencia pase de 320 pesos a 1.427 pesos por megavatio/hora, es decir un aumento del 345%.
El sinceramiento de las tarifas de luz implica la eliminación de los subsidios que el kirchnerismo sostuvo durante más de una década para quienes viven en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, aunque se mantienen los planes de estímulo para quienes reduzcan el consumo y se establece la denominada ‘tarifa social‘, que será ‘cero‘ para aquellos hogares que utilicen menos de 150 kilovatios.
Al unificarse el precio de la energía para todo el país, ahora sólo resta que Edesur y Edenor confirmen el traslado de ese mayor precio a las facturas.
Cómo será el impacto real en los bolsillos de los porteños, así como en el resto del país, todavía no está definido.
El Gobierno y las compañías precisarán los alcances de la medida en las próximas horas, ‘este viernes’ según una fuente oficial.
En varias provincias, ya se viene pagando precios hasta siete veces más caros que en Buenos Aires y la Ciudad. Hasta ahora se sabe con precisión que en el mercado mayorista se establecen estos precios:
Horas pico: salta de 254,49 pesos el MV/h a 773,02 pesos, un aumento del 204%; resto de las horas: salta de $ 249,47 a $ 768,02, un aumento del 208%; horas valle (menor consumo): pasa de $245,18 a $ 763,89, un aumento del 211%.
El nuevo esquema, también como había anticipado el ministro de Energía, Juan José Aranguren, mantendrá subsidios para los usuarios que ‘carecen de capacidad de pago suficiente‘. Se estima que sería un 20% de la población.
Sobre esta tarifa social, se especificó que ‘hasta los 150 kilovatios/hora por mes‘ el costo de la energía será ‘cero‘, mientras que para los que excedan esas consumo tendrán una tarifa de 31,39 pesos (mW/h) en hora pico; 27,09 en ‘hora restante‘ y 22,26 en ‘hora valle‘. En este sentido, la norma no mencionó explícitamente a jubilados y pensionados, aunque dejó en claro que el universo de beneficiarios de esa tarifa social surgirán de ‘los criterios de calificación y asignación que comunique el ministerio de Desarrollo Social de la Nación‘, en relación a aquellos ‘usuarios finales con necesidades básicas insatisfechas‘.
Los mayores aumentos se darán en los altos consumos. En tanto habría beneficios para quienes reduzcan su gasto de energía respecto al período anterior.
La decisión de aumentar las tarifas apunta a un ahorro en el gasto público que planteó el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, para este año, luego de que en 2015 se batiera el récord de déficit fiscal, con $400 mil millones.
