Una gran herida en el costado izquierdo de su cara, como si le hubieran pegado con un hierro o un palo. Estaba sin calzados y enterrada a unos 50 centímetros al borde de un camino rural. Así encontraron ayer a la tarde a Alejandra Cristina Bolaños, quien había desaparecido misteriosamente en Caucete a fines de julio. El crimen tendría un móvil pasional. Una joven, que antes fue pareja de la ahora fallecida, y su concubino anoche estaban presos en la Seccional 9na. como principales sospechosos del asesinato. Esa chica terminó por confesar el crimen.
El cadáver de Alejandra Cristina Bolaños (42) fue encontrado ayer pasadas las 19 después de que Mariela Angélica Gutiérrez (21) se quebrara cuando los investigadores empezaron a hacerle preguntas, reveló una fuente policial. Fue entonces que confesó que su concubino, Rodolfo Antonio Angulo (51) la había matado, indicaron. No dio muchos detalles, pero ella misma acompañó al comisario Jorge Sánchez y a sus policías hasta la calle Río Negro, a 500 metros al Este de Enfermera Medina, en la zona de La Puntilla, en Caucete. Ahí, removieron unos bordos de tierra y dieron con el cuerpo de la mujer que estaba desaparecida desde el 29 de julio pasado.
Desde aquella fecha que no se tenían noticias de Bolaños. No respondía a su celular. Su precaria casa en calle Enfermera Medina -también en La Puntilla- permanecía cerrada, su moto no estaba y no aparecía por su trabajo en la finca Taranto ni siquiera para cobrar la quincena. Según testigos, había tenido problemas por esos días. Vecinos recuerdan que Bolaños tuvo una fuerte discusión en la calle con Mariela Gutiérrez, quien hasta enero pasado fue su pareja. La joven había ido con otras tres personas en dos motos y se gritaron mutuamente. Al parecer, esa disputa vino porque Bolaños supuestamente reprochaba a Gutiérrez de haberle robado unos celulares en desuso de su casa.
Era una más de sus peleas. La gente del lugar relató que las mujeres convivieron aproximadamente un año (se conocieron en el trabajo y jugaban juntas al fútbol) y de vez en cuando tenían fuertes discusiones. Gutiérrez a veces abandonaba la casa, pero regresaba, contó un vecino. La relación se rompió definitivamente en enero y luego la mujer más joven se fue a vivir con Rodolfo Angulo. Bolaños aparentemente no se resignaba a perderla y cuestionaba a la chica por "meterse con ese viejo", según versiones policiales. Para colmo de males, la nueva pareja vivía en la misma zona.
Los investigadores establecieron que el 29 de julio a la noche, cuando Bolaños estaba con unos amigos recibió un llamado supuestamente de Gutiérrez que le decía que Angulo acababa de pegarle y estaba ensangrentada. La versión es que Bolaños salió en su moto Maverick 110. Se supone que fue a buscar a Gutiérrez, pero nunca más la vieron.
La investigación policial, a cargo del comisario Sánchez y el comisario inspector Miguel Jofré -jefe de la Regional Este-, apunta a que esa noche Bolaños quizás peleó con Angulo y Gutiérrez, o bien esta pareja la citó engañada para matarla. Y que posteriormente la llevaron a enterrar a ese lugar deshabitado de calle Río Negro, a un kilómetro al Este de donde vivían los acusados. Faltaba el resultado de autopsia, pero todo indica que a Alejandra Bolaños la asesinaron a golpes. Su cara tenía una profunda herida en un costado, comentaron.
En principio, Gutiérrez acusó a Angulo y más tarde se hizo responsable ella sola, pero la sospecha es que fue obra de ambos o intervinieron más personas. Por eso también arrestaron a Ricardo Javier Angulo (21), hijo del detenido. En la casa de los Angulo hallaron los zapatos tipo borcegos, la campera y un chal de Bolaños, también el caño de escape y la parrilla de su moto, revelaron. Anoche, buscaban ese rodado y no descartaban más detenciones.
