Un ejemplar de cachalote de 16 metros de largo y unas 20 toneladas de peso fue hallado muerto en playas atlánticas, a unos 40 kilómetros de Viedma (capital provincial de Río Negro), y un equipo de expertos de la fundación Cethus ya está investigando las causas de su deceso.
El biólogo Mauricio Faillá, responsable local de la ONG dedicada al estudio de estos animales, dijo que ‘se trata de un ejemplar macho de la especie physeter macrocephalus, conocido popularmente como cachalote, que varó sin vida en las costas del balneario El Cóndor‘.
‘Un pescador halló el animal en la tarde del sábado pasado y se calcula que la muerte se puede haber producido una semana antes‘, manifestó. ‘Las altas mareas de los últimos días empujaron el cuerpo hasta la playa y quedó semioculto por la arena‘ añadió.
El experto señaló que el domingo pasado, con la ayuda de agentes de la Delegación Municipal de El Cóndor, se tomaron muestras de tejidos para realizar estudios genéticos y de contaminantes que podrían determinar la causa de la muerte.
De todas formas, por marcas que presenta la piel del mamífero, no se descarta que el deceso pudo ser ocasionado por decrepitud.
Faillá recomendó que las personas extrañas a la fundación y organismos públicos se abstengan de acercarse al lugar de la varadura, por el eventual riesgo sanitario debido al posible contagio de enfermedades transmitidas por estos animales.
Los cachalotes son los mayores cetáceos con dientes (parientes de los delfines), que pueden medir hasta 20 metros y pesar hasta 50 toneladas. Viven en alta mar donde, principalmente los machos, puede llegar a bucear durante dos horas y hasta los 2.000 metros de profundidad en busca de sus principales presas, los calamares gigantes. Sobre esto último, también ha llegado a presumirse que las marcas que tenía en la piel el cachalote pueden ser por luchas contra calamares que procuraron evitar su caza. Según la prensa rionegrina, el reciente hallazgo estuvo a cargo del aficionado Félix Sabbatella, experto en conseguir exitosos lugares de pesca poco accesibles y con abundantes capturas. El enclave específico es un sector sobre acantilados denominado ‘Piedras Verdes‘ al que sólo se puede acceder transitando a pie o bien en vehículos especiales. Se encuentra a unos cuatro kilómetros de la bajada de El Faro. Fuente: Télam
