Recientemente, Finlandia saltó al escenario mundial por ser el primer país del mundo en aprobar la construcción de un almacén permanente para residuos nucleares. La licencia emitida por el país nórdico habilita la construcción de una planta subterránea y permanente de encapsulado de uranio que tendrá capacidad para almacenar 6.500 toneladas.
Los mismos habitantes de la isla de Olkiluoto (lugar donde se desarrollará el proyecto de almacenamiento) aprobaron el plan de la empresa Posiva Oy para la edificación de la planta que se ubicará a 450 metros por debajo de la superficie, en una estructura de granito.
En el proceso de acumulación de Posiva, los residuos serán empaquetados en botes de cobre y trasladado por túneles hasta agujeros del deposito que luego serán tapados con bentonita. La construcción tendrá un costo de mil millones de euros, más 3.800 millones si se incluyen los costos operativos para 100 años.
Según fuentes de la compañía, se estima que el sistema comenzará a funcionar aproximadamente a partir de 2023. Sin embargo, antes de que el almacén esté habilitado, Posiva debe volver a analizar los impactos medioambientales, entre los que se incluyen la capacidad para recuperar los residuos nucleares si es necesario, así como los riesgos de transporte.
“La seguridad a largo plazo del almacén final es un asunto de gran importancia. Debe ser controlado permanentemente desde la instalación”, explicó el ministro de Economía, Olli Rehn. “Este es un enorme paso para nosotros, hemos hecho trabajos de investigación y desarrollo por más de 40 años”, afirmó el director ejecutivo de Posiva Oy, Janne Mokka. Y anunció que Suecia tiene planes similares, pero “el proyecto va un par de años atrasado respecto del almacén de Finlandia”.
EN ARGENTINA
En este país, la energía nuclear a base de uranio viene generando electricidad desde 1974 con la puesta en funcionamiento de la central Atucha I, a la que luego se sumó la Central Nuclear Embalse y Atucha II. En total, las tres juntas producen actualmente 1.755 MW, utilizando como combustible uranio natural y enriquecido, proveyendo de energía a millones de argentinos. El combustible utilizado en Argentina se almacena en cada central, es decir que proyectos como el que se está llevando a cabo en Finlandia podrían sentar bases para el futuro almacenamiento del combustible nuclear local.
