Conforme a lo dispuesto a nivel nacional por la petrolera Shell, ayer las estaciones de servicio de San Juan que venden esta marca, subieron el precio de los combustibles alrededor del 5 por ciento y los estacioneros que expenden naftas de otras petroleras (ESSO; YPF y Petrobras) estaban expectantes para concretar el ajuste de lo que llamaron "crónica de un aumento anunciado".
Apenas horas después de que la Secretaría de Comercio Interior oficializara la liberación del precio de los combustibles, Shell anunció que desde el primer minuto de ayer su nafta súper pasó de 4,14 a 4,37 pesos, lo que representa un aumento de 5,5%; la V-Power, de 4,89 a 5,09 pesos, con un incremento de 4,1%, y el diesel subió 5,3%, de 3,78 a 3,98 pesos, en el área metropolitana de Buenos Aires. Como estos precios son los sugeridos por la petrolera británica, en cada provincia la suba impacta de distinta manera. En San Juan, la suba es del orden del 5% en el gasoil y nafta súper y del 4% en la nafta premium -ver infografía-.
De esta manera, Shell aplicó un aumento que resultó el doble del que había efectuado a fines de enero, que generó una inmediata respuesta del Gobierno, a través de la resolución de la Secretaría de Comercio Interior, que obligó a retrotraerlos y dio lugar a la aplicación de la ley de desastecimiento que congelaba el precio de los combustibles. En aquella oportunidad, la firma había incrementado entre 2 y 3% los valores de sus combustibles, es decir, unos 10 ó 12 centavos de peso. Ahora, los incrementos van de 20 a 23 centavos.
"Hasta ahora sólo Shell ha oficializado el aumento, ninguna otra petrolera ha informado de una medida similar,
por lo tanto los precios en YPF y otras compañías en San Juan no han variado porque es una decisión que toman las compañías a nivel nacional y no una de los expendedores que sólo aplican los nuevos valores en surtidor", explicó ayer a DIARIO DE CUYO, Eduardo Margarit, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles. De darse el ajuste en el resto de las petroleras, Margarit considera que éste estará en el orden del 5% tal como el aplicado por Shell porque "ese porcentaje sería el que estaría autorizando el Gobierno".
Por su parte, Bernardo Turcumán, vicepresidente de la Cámara y que vende la marca Shell en su estación de servicio, consideró el ajuste como "un paliativo para los expendedores que van a tener un poco más de voluntad para vender. Además, opinó que "la mejora del precio puede mermar la escasez de naftas en la provincia pero de ninguna manera será la solución definitiva al problema". Recalcó que debe haber más producción en pozos y tuberías.
Del mismo modo, Margarit consideró que un aumento del orden del 5% no terminará con el desabastecimiento en San Juan ya que "en Argentina se produce menos combustible y está creciendo la demanda".
Para Margarit el volumen que produce en el país no alcanza para abastecer el mercado interno y la única solución posible hoy sería importar, pero con un aumento del 5% no es viable.
"Una suba de precio del 5% no alcanza para equilibrar los precios locales a los internacionales eso hace que las petroleras desistan de importar porque estarían perdiendo plata", resumió.
Lo mismo opinaron encargados de distintas estaciones de servicio que, a diario, se ven desbordados por la demanda. Igual para ellos el aumento de precio es un incentivo.
Sobre este particular, cabe consignar un dato destacado dentro del aumento de Shell: Que la petrolera británica
decidió achicar su brecha de precios entre la nafta súper y la V-Power, aplicando un aumento mayor a la súper. Esta estrategia repercute además en las otras empresas del mercado que, de no mover sus precios, verán aumentar la demanda de nafta súper, con posibles problemas de logística y abasto.
