Pasaron 60 días desde el último suceso que empañó el fútbol local. Nuevamente este tipo de sucesos se volvieron a reiterar. Esta vez el episodio fue en cancha de Marquesado en el partido que jugaba el Tricolor con Peñarol por la 16ta. fecha del Oficial. Los saldos fueron tres detenidos y dos heridos. Mientras que un integrante del bloque Movimiento Obrero de la Cámara de Diputados, Enrique Castro, quién también es el presidente del equipo Bohemio, fue trasladado a la comisaría 13.

Este hecho ocurrió cerca de las 18,15, en medio de los disturbios en zona aledaña a la cancha. Castro conducía por calle Galíndez -para llegar a la Avenida Libertador- un Ford Mondeo (que según el dirigente pertenece al sindicato de camioneros, del que también forma parte de la conducción) cuando fue interceptado por un móvil policial que se le atravesó para que detuviera su marcha. La causa era que en el auto iba también una persona que, según la policía, había protagonizado disturbios, y cuando se le exigió a Castro que se bajara del vehículo, devino en un cruce verbal. El diputado, aparentemente sin haberse identificado como tal, accedió a salir del auto luego que el uniformado le exigiera por ser autoridad policial. La otra persona fue subida por los policías al patrullero y en ese momento determinaron que por no llevar patente de identificación el auto de Castro, es que le exigieron que siguiera (en su auto) al patrullero hasta la Comisaría 13ra., que se encuentra frente al Hospital Marcial Quiroga.se le elaboró un acta de infracción.

Allí, Castro estuvo alrededor de una hora, donde hizo continuamente entabló conversaciones a través de su teléfono celular. Posteriormente se retiró sin recibir ninguna clase de cargos.


Los incidentes

Todo comenzó cuando transcurrían 49 minutos del encuentro y Peñarol logró la igualdad en el marcador. En ese momento se estaba retirando la hinchada visitante que comenzó a festejar el gol de manera desaforada, lo que hizo molestar a los hinchas de Marquesado que quedaron muy irritados, tanto por el festejo como por el gol en el cierre del partido. A causa de ello comenzaron a llover los insultos.

Desde afuera del estadio empezaron a caer piedras hacia la popular sur por lo que la gente se agitó más y comenzó a correr, lo que ocasionó que la policía comenzara a reprimir. Hubo balas de goma afuera del estadio y golpes de puño entre hinchas, dentro y fuera de la cancha, como así también con algunos policías.

Según el oficial Tejada, de la Comisaría 13, el saldo que quedó fueron cuatro personas aprehendidas, de sexo masculino, uno menor de edad, y dos heridos.

En cuanto a los últimos, uno fue golpeado con un proyectil en la cabeza. Fue un hombre mayor de edad. Esta persona, que no fue revelada su identidad, una vez que recibió el impacto concurrió inmediatamente al Hospital Marcial Quiroga donde fue atendido. Fuentes de dicho nosocomio comentaron que le hicieron una placa y que luego fue mandado a su casa ya que la lesión no era de gravedad.

En cuanto al otro herido, fue Rubén Fernández, uno de los asistentes del árbitro Rubén Riveros que estuvieron al mando del partido. Fernández tuvo un corte en la parte superior de la ceja derecha ocasionado por un golpe de puño de parte de un hincha de Marquesado.

También hubo daños materiales, roturas de vidrios a los autos y una movilidad policial.