"Mi hijo tiene una marca colorada a lo largo del cuello y dos marquitas más como si alguien le hubiera clavado las uñas. Además tiene otra lastimadura similar en el pómulo izquierdo y otra lesión en el pecho, como si le hubieran dado un golpe. No entiendo quién le pudo haber hecho una cosa así. Es sólo un niño que estaba jugando con sus amiguitos". Así de preocupado estaba ayer Jorge Arroyo mientras esperaba en el Hospital Rawson la evolución de su hijo Gonzalo, de 12 años. Según el hombre, su hijo le contó que alguien vino por detrás y le dio un golpe en el cuello que lo dejó inconsciente cuando jugaba con sus amigos a las escondidas detrás de la Legislatura provincial, en Capital. Por otro lado, en la Policía dieron una versión distinta del hecho: que en realidad el chico se lastimó el cuello al enredarse con un alambre mientras jugaba, informaron en la seccional 4ta.
Según Arroyo, todo pasó alrededor de las 19.30 del sábado sobre la vereda Norte de calle Laprida, entre Ricardo Rojas y Las Heras, Capital. A esa hora, Gonzalo y otros amigos jugaban a las escondidas detrás de la Legislatura. Supuestamente, el niño eligió ese sector para esconderse y es donde lo atacaron, contó su padre.
"Gonzalo me contó que estaba escondido y sintió un golpe en el cuello. De ahí no se acuerda más nada. Parece que le pegaron con algún objeto, por la marca que le quedó en la garganta. Aparte no tenía nada de valor y tampoco le llevaron alguna prenda. Es un niño que no tiene problemas con nadie y solamente estaba jugando, por eso no sé qué pensar realmente", precisó Arroyo.
Lo cierto es que la hermana del chico pasó caminando con unas amigas y fueron ellas quienes lo encontraron inconsciente. Luego, el chico fue trasladado al Hospital Rawson y quedó internado en observación.
"Le creo a mi hijo, le pregunté dos veces y me contó lo mismo. Esto no me cierra para nada. Aparte los médicos me han dicho que tiene signos de haber sido estrangulado y las lesiones que tiene en el cuello, no han sido provocadas por un alambre", aseguró Jorge Arroyo, padre del menor herido.
