Cuando la denuncia de discriminación contra los requisitos necesarios para ser candidata a Reina Nacional del Sol que recibió el INADI todavía levanta polvareda, otras dos denuncias en la misma entidad que depende del Gobierno de la Nación cobran notoriedad, pero esta vez son contra la Iglesia Católica local, por distintos dichos de dos sacerdotes. En poco menos de 20 días, un hombre y una mujer, abogados ambos, presentaron denuncias ante el INADI por lo que consideraron "claros actos de discriminación" puestos en boca de dos curas de la diócesis local: el padre Rómulo Cámpora, párroco de la Iglesia Catedral, y el padre Ramos, de la Iglesia Divino Niño, de Pocito.
En el primer caso, la expresión que motivó la denuncia fue vertida por el padre Rómulo durante la realización de una oración interreligiosa en la Plaza 25 de Mayo. En esa oportunidad, el sacerdote manifestó que "el país está enfermo y enfermo de cáncer", aludiendo una "crisis de valores de la sociedad". Y agregó que "no es un cáncer incurable, porque todavía se puede tratar y curar", frases que no pasaron inadvertidas por el secretario de Cultura de la Capital, Luis Eduardo Meglioli, quien le retrucó durante su discurso. A los pocos días, el abogado Manuel Candelero, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ, presentó ante el INADI una denuncia contra el Arzobispado y contra el sacerdote Rómulo Cámpora porque consideró que tales expresiones son "injuriosas para los enfermos de cáncer". Fundamentó su presentación en la oportunidad en que fueron dichas, en la representatividad del orador y en la "ofensa inmerecida para tales enfermos".
En el segundo caso, la denuncia fue elevada por la abogada Silvana Aciar de Fernández, quien lo hizo directamente en el formulario que el INADI nacional pone a disposición de las personas en su sitio web. Otra vez la denuncia es contra el Arzobispado y un sacerdote: el padre Ramos, de la Iglesia Divino Niño, de Pocito. La razón esgrimida por la abogado fueron los dichos del cura, quien según ella expresó, dijo en una homilía a los fieles que "no se les ocurra andar metiéndose a los cerros a adorar a esa mujer semidesnuda, la Difunta Correa". La abogada fundó su denuncia en lo que consideró una ofensa y una discriminación para las personas que tienen esta creencia y cuya fe los lleva a manifestarse como devotos de la Difunta Correa.
Consultado sobre ambas denuncias, ayer monseñor Alfonso Delgado desestimó que en las expresiones de los dos sacerdotes denunciadas por los abogados haya existido discriminación alguna. En el escrito que presentó al INADI por el caso del padre Rómulo, Delgado señaló no haber tenido noticias de que otras personas se hayan sentido incómodas con los dichos del sacerdote. Y consultado por DIARIO DE CUYO, expresó también su preocupación de que "este tipo de planteamientos puedan recrear un clima contrario al derecho de libertad de expresión de quien quiere difundir un mensaje cristiano a favor de la dignidad humana, de la esperanza y del amor, como lo hace la Iglesia Católica".
