Singular destino tuvieron aquellos hijos del matrimonio español, constituido por don Juan de San Martín y doña Gregoria Matorras, cuyo casamiento se realizó en Buenos Aires, en 1770. Esta boda tuvo la particularidad que no contó con la presencia del novio, por imperativo de las normas militares. En su representación y por un poder que la novia había otorgado al capitán Francisco Somalo, el casamiento pudo realizarse.
En esos días el joven oficial y futuro padre del Libertador, no pudo viajar a Buenos Aires, ya que se encontraba cumpliendo su nuevo destino en las llamadas "Misiones", situadas a la vera del río Uruguay. Luego de este acto la flamante novia viajó aquel lejano y selvático punto, a encontrarse con su esposo. Volviendo al tema de los hijos, todos ellos vieron la luz en aquella vasta región -aunque en distintos puntos- que en esos años pasaría a llamarse el Virreinato del Río de la Plata. El primer vástago de aquella pareja,
fue una mujer, llamada María Elena, nacida en agosto de 1771, fue la hermana mayor de nuestro héroe y la única. Todos los biógrafos dicen que ella ayudó abnegadamente a su madre a criar a sus hermanos menores, siendo casi su segunda madre, sobretodo del menor José Francisco. María Elena, pasado el tiempo viajó a España, como lo harían sus hermanos, y contrajo matrimonio con don Rafael González y Álvarez Menchaca, Igualmente que su hermano menor, enviudó joven, tuvo una hija y falleció en 1852 o 1853.
El Padre de la Patria, ya en exilio y cuando escribió su testamento, legó una pensión a su querida hermana, y en caso de su fallecimiento, continuaría a su hija Petronila. Otro de los hermanos nacido de aquel matrimonio fue Manuel Tadeo, quien como el resto de sus hermanos, continuó la carrera militar. Nacido en 1772, marchó a España, ascendiendo hasta el grado de coronel. Luchó, entre otros combates, contra los franceses. Se cuenta que tuvo una especial afición por la música. No formó familia y murió soltero en 1851, en Valencia. Juan Fermín Rafael nació en 1774. Continuó con el destino de su hermano, y también realizó una honrosa carrera castrense. Peleó contra los franceses e ingleses y posteriormente fue trasladado a las Filipinas, donde se casó con doña Josefa Manuela Español de Alburu. Falleció mientras cumplía esta misión, en Manila, joven aún. Según José Pacifico Otero, Juan Fermín pudo dejar descendencia en Manila, pues "por informes que hemos pedido a Filipinas, sabemos que existe (…) el apellido San Martín, pero no tenemos fe de que éste esté vinculado con la rama fraternal del Libertador".
El último de los hermanos del Libertador fue Justo Rufino, quien sería el más parecido físicamente a él, según un retrato en miniatura, que existe en el Museo Histórico Nacional. Había nacido en 1776, y logró ascender hasta el grado de Teniente Coronel. Justo Rufino tuvo la suerte de verse con su hermano, cuando este vivía el ostracismo en Europa. También, como su hermano Manuel Tadeo, murió soltero, en Madrid, en 1832.
Por último cabe decir, que varios historiadores se han preguntado, porqué sólo el menor de estos hermanos, todos militares, abrazó la causa de la emancipación. Son varias las respuestas que encontramos, no sólo derivadas de que justamente él se contactó con las ideas revolucionarias de la época y las abrazó con ímpetu. También estas respuestas la hallamos en varias de sus reflexivas afirmaciones, como aquella que rezaba "sigo el destino que me llama… o serás los que debas ser o no serás nada…".
(*) Magister en Historia.
