Es importante usar herramientas de buena calidad, deben estar lo más limpias y afiladas posible, para evitar causar daño a los ejemplares podados, tanto en heridas como en infecciones. Para que nos duren más tiempo y cumplan bien su función, han de someterse a un buen mantenimiento limpiándolas con algo de aceite (o un producto apropiado), guardarlas en un lugar seco. También es conveniente desinfectarlas después de haber cortado ramas enfermas, con cloro. Para ramillas finas de no más de un dedo de grueso, basta con las tijeras podaderas de hoja curva y mango largo. Para ramas que tengan el grueso de una muñeca o más, puede emplearse una sierra. Para los setos pequeños se usan tijeras especiales de hoja larga y estrecha, provistas de un mango de madera, largo y resistente. Para setos muy grandes, se puede usar una podadera eléctrica, aunque sino se usan bien puede producir muchos daños.
