El entrenador del seleccionado argentino de fútbol, Diego Armando Maradona, dijo ayer que "la realidad supera a la ficción" al referirse a lo que pensó antes del partido con Venezuela y lo que produjo su equipo en el campo al ganar por 4-0.

"Fue el partido perfecto, tuvimos la pelota, no nos desordenamos, tuvimos muchas situaciones de gol creadas por los chiquitos. A ver qué dicen los que quieren a los grandotes para que les tiren centros. Desbordábamos y la empujaban los chiquitos", afirmó Maradona.

En la conferencia de prensa que brindó después del partido Maradona se mostró feliz, contento, sobre todo con la gente que fue al estadio.

"Explotó el Monumental y eso hay que saberlo controlar. Esta cancha puede ser un infierno si le das a la gente buen juego, y fue un infierno como yo lo había pedido", apuntó.

A la hora del análisis Maradona comentó: "tenemos que trabajar mucho en defensa, nos ganaron las espalda con facilidad, ellos no estuvieron precisos, pero si tenían certeza nos podrían haber complicado más".

"Los muchachos supieron esperar el momento y en el momento exacto hicimos el gol. El equipo sabe lo que tiene que hacer, lo que pasa es que tenemos que aceptar que Venezuela mejoró, hoy le hicimos cuatro goles pero no fue fácil. Tuvimos que trabajar muchísimo el partido", agregó.

También el técnico se refirió a la actitud que tuvo la gente para con Juan Sebastián Verón, quien fue silbado y luego aplaudido.

"Verón, para que les quede claro a todos, se infiltró porque yo se lo pedí, los que silbaron se tienen que arrepentir, se metió un aguja más grande que la hinchazón que tenía en el dedo gordo. Pero la gente esto no lo sabía y es bueno remarcárselo", sentenció.

La decisión de darle a Lionel Messi la camiseta número 10 tuvo sus frutos, porque el delantero de Barcelona jugó uno de sus mejores partidos con el equipo nacional.

"Si tenemos a Messi como hoy todos los días sería excelente. Si entraba la última nos teníamos que ir todos de la cancha, pagar la entrada y volver a entrar", indicó.