Los familiares de Miryam Cristina González esperaban un castigo más duro para Ernesto Jaime. No pudo ser, de todas manera hubo condena. Los jueces de la Sala I de tribunales condenaron ayer a 15 años de reclusión a este hipoacúsico por el asesinato a puñaladas de esa mujer, su concubina, en la casa que compartían en Caucete en julio de 2008.
Ernesto Ariel Jaime (49) no negó ni reconoció el crimen en ningún momento. Optó por el silencio durante casi todo el debate. Sus únicas palabras antes del veredicto fueron: "La quería mucho a la Miryam, y quiero ver a mi hija.."
Su suerte ya estaba echada. El fiscal Gustavo Manini había pedido 16 años de reclusión para Jaime. A su entender, sólo él tenía motivos para matar a Miryam González. Ella ya le había pedido que abandonara la casa. Estaba cansada de sostener el hogar y a la hija de ambos, mientras que él no trabajaba, según testigos.
La acusación fiscal indica que el 17 de julio del 2008, Jaime esperó en su casa del Bº Los Olivos, Caucete, que su mujer regresara del trabajo (era empleada municipal). Ahí, siendo las 13.40, la atacó salvajemente con un cuchillo de una hoja de 20 centímetros de largo, el que quedó clavado en el cuello de la víctima, según la investigación. Le detectaron 7 heridas. Supuestamente para encubrir el crimen, él escribió una nota simulando ser Miryam: "Ernesto no me vayas a buscar, que voy a venir en remiss myria", decía textualmente. Se supone que lo hizo para sembrar pistas falsas. Después tomó ropa y sacó la billetera con dinero y tickets de la víctima para darse a la fuga en bicicleta. Hay testigos que lo vieron marcharse esa tarde.
La ropa manchada con sangre y la billetera de González después fueron halladas en un sector del Hospital Rawson. Una prueba de ADN confirmó que esas prendas pertenecientes a Jaime tenían restos de sangre de su mujer.
El abogado Federico Sánchez, defensor de Jaime, planteó que no se probó que Jaime haya matado a González. Y fue muy duro al señalar como irregular, ilegal e ilícita algunas pruebas recolectadas. Afirmó que hubo graves vicios en la instrucción policial por no respetar el procedimiento legal y porque "se lesionó el derecho de defensa", al impedir que en un primer momento el imputado recibiera asistencia letrada, afirmó. Habló hasta de falsedad ideológica. Por eso solicitó que declaren la nulidad de todo lo actuado y la absolución de Jaime. En caso contrario, pidió que consideren el hecho como homicidio en estado de emoción violenta.
El veredicto de los jueces Raúl Iglesias, Arturo Velert Frau y Eduardo Gil fue en contra de Jaime, fijando la pena de 15 años de reclusión por homicidio simple y hurto simple (por la sustracción de la billetera y el dinero). Eso igual no conformó a los González: "Muy pocos años por lo que hizo. Tenían que haberle dado perpetua", dijeron resignados Walter y Juan, hermano de Miryam. Los fundamentos se conocerán el 10 de mayo.
