El Programa de Trasplante Hepático del Hospital Italiano, de Buenos Aires, ha logrado alcanzar las mil intervenciones quirúrgicas de este tipo al cabo de 25 años en el desarrollo y aplicación de sus técnicas, que han tenido el reconocimiento mundial. El nosocomio porteño es pionero en trasplantes hepáticos no sólo en la Argentina sino en Sudamérica, a partir de 1988, cuando se inició una línea de trabajo constante que se fue perfeccionando hasta alcanzar un promedio de dos trasplantes por semana, mediante un trabajo conjunto coordinado con el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).
En la celebración de este trabajo exitoso, se citaron cifras que deben enorgullecer a la medicina argentina por concretarse en este cuarto de siglo unos 700 trasplantes en adultos y 302 pediátricos. Pero también con desafíos como las tres intervenciones a Testigos de Jehová que por sus creencias rechazan las transfusiones de sangre y que de las mujeres trasplantadas, 44 pudieron ser madres.
Otro adelanto constituyó el paliativo para los tiempos de espera, al aplicarse novedosas técnicas como un hígado bioartificial desarrollado por la Unidad de Medicina Experimental del hospital, y la implementación de sistemas de soporte hepático como el Prometheus y los MARS, métodos de diálisis basados en la remoción de toxinas a través de albúminas, que se utilizan en pacientes específicos. El Italiano también tiene el logro de una de las series más extensas en trasplante hepático con menos de 6 kilos de peso. Sin estas técnicas, la mortalidad de esos niños hubiera llegado al 100%, mientras que con su aplicación se alcanzó la sobrevida al año hoy alcanza el 92% de los chicos intervenidos.
