Desde el 2008, el Ministerio de Salud Pública de la provincia decidió contratar seguridad privada para los centros asistenciales porque ‘hay gente que entra a los hospitales y nadie sabe qué va a hacer‘, según explicó el titular del área, Oscar Balverdi.

La idea fue reforzar la seguridad para evitar los actos de vandalismo que desde hace años golpean a las dependencias de Salud Pública, desde ropa de cama hasta elementos mucho más caros, como fue un ecógrafo que desapareció del Hospital Marcial Quiroga, valuado en varios de miles de dólares.

El primero fue el Rawson y a partir de abril se sumó el Marcial Quiroga y el argumento común es que con la guardia policial no alcanza, al punto que hay gente ajena a las instituciones aprovecha y usa los sanitarios hasta para bañarse.

En el Estado sacan cuentas y en el balance es más beneficioso pagar seguridad privada antes que se sigan perdiendo valiosos equipos.