Por un lado, algunos empresarios del sector turístico piensan que es insegura, no tiene la infraestructura necesaria, está aislada y que requiere mucha inversión no recuperable. Por el otro, las autoridades de Rivadavia dicen que no entienden por qué el llamado para su licitación quedó desierto. Lo cierto es que nadie se anima por ahora a invertir en la Hostería Domingo F. Sarmiento, que está en la Quebrada de Zonda, en Rivadavia. Mientras, el espacio sigue esperando, vacío, tapiado y custodiado para salvarse de los actos vandálicos que ya lo dejaron semidestruido.
Hace 2 meses, el municipio de Rivadavia lanzó la licitación del restaurante de forma circular y la pileta. Según el intendente Elías Alvarez, la venta de los pliegos se promocionó en San Juan, Mendoza, San Luis y Buenos Aires. Los interesados debían proponer una inversión para mejorarla en un lapso de 12 meses y pagar por mes sólo 5.000 pesos de alquiler. E inclusive podrían recibir descuentos si las obras se hacían menos tiempo. Sin embargo, la licitación cerró sin oferentes. "Muchos inversores se interesaron y hasta compraron los pliegos. Pero después no se presentó nadie. No sabemos qué paso", comentó Alvarez. Y dijo que deben decidir si vuelven a llamar a licitación o hacen una adjudicación directa. Aunque aún no tienen a quién.
Entre quienes no ven factible una inversión redituable, está Atilio Boggian, presidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica de San Juan, quien dijo que "primero hay que tener en cuenta que no es una hostería -aunque siempre haya tenido esa denominación-, es un restaurante. Creo que la razón por la que a nadie le interesó la licitación es que debe ser difícil cubrir los costos al administrarla. En la zona no hay mucha actividad". Y agregó que "creo que el Gobierno no tendría que licitar el lugar, sino subsidiarlo".
Mientras, el periodista Jesús Legrand, quien tuvo a su cargo la pileta lindera a la hostería desde 1996 hasta 2002, comentó que "el complejo tiene una historia complicada, nunca recibió suficiente apoyo del Gobierno. Allí siempre ha existido un problema de inseguridad, a mí me robaron una heladera y dos freezer".
Y Enrique Daroni, quien está a cargo del complejo Costa Magna en el Dique de Ullum, dijo: "Creo que si a la estadía de la gente en la hostería no se agrega actividades de diversión, nadie va a ir. Se necesita mucho dinero para administrar el lugar porque, además de invertir en infraestructura, se debe invertir en capital humano. Por ejemplo, poniendo personas que lleven a los visitantes a recorrer la montaña".
Por su parte, el ministro de Turismo, Dante Elizondo, comentó que en las próximas semanas firmarán un convenio con el municipio para trabajar en conjunto. "La hostería pertenece al municipio, pero el resto de la Quebrada de Zonda es de la provincia. Vamos a armar un proyecto para generar actividades y promocionar toda la zona. Pero será el municipio quien decidirá cómo adjudica la hostería", comentó Elizondo. Y aclaró que "nosotros no queremos hacernos cargo de la hostería. Pero creo que el problema de la falta de inversores es que a nadie le interesa como un elemento aislado. Hay que generar actividades para que todo el lugar sea atractivo".
Ahora las autoridades tendrán que analizar la situación para definir qué pasos seguir para atrapar a los inversores y que la hostería vuelva a tener vida.
