Así se llama ahora el complejo termal en Agua Hedionda en Jáchal al que el Gobierno definió cambiarle el nombre porque estaba convencido de que ese no convoca. La idea es poder concesionarlo en agosto como lo que está haciendo con la Villa Cuesta del Viento, a 20 años, con opción a 5, es decir que si la empresa ha cumplido todo el contrato cuando se termina puede pedir la ampliación. Según dijo Elizondo, se prevé enviar la semana próxima un proyecto de ley para que se apruebe la privatización en concesión y el pliego.

El lugar está abandonado hace unos 20 años. Allí hay una vieja estructura de hotel, que construyó el Estado en 1962, pero al estilo de la época son habitaciones muy chicas, los baños termales de cada habitación no son los apropiados, sí tiene una sala grande y algunos elementos de construcción de estilo para destacar. El agua que surge de ahí, a diferencia de Pismanta, es muy tibia, entonces se incorporó una caldera oportunamente pero hoy está obsoleta. El sitio está custodiado por personal de Arquitectura para evitar que lo saqueen y no se usa para nada. El lugar es de una belleza imponente, en la Cuesta de Huaco, y lo que le da un valor agregado es la ruta recién pavimentada entre Huaco y Jáchal, que luego conectará con Ischigualasto.