Mientras la actividad vitivinícola espera expectante el primer pronóstico de la nueva cosecha que se anunciará hoy a las 10 en el cuarto piso del Instituto Nacional de Vitivinicultura -habría dos ajustes más el año que viene-, ayer estuvieron reunidos con Guillermo García, titular del organismo fiscalizador, los ministros de la Producción de San Juan y Mendoza, Raúl Benítez y Raúl Mercau, definiendo con los datos de la nueva vendimia en la mano, cual será la política de recomposición de stock y fundamentalmente la que se va a seguir en la producción de mosto. Si bien ayer luego del encuentro los teléfonos oficiales estuvieron en "contestador", desde los sectores privados, especulan con una cosecha que estará entre los 2.500 y 2.600 millones de kilos, aproximadamente 60 millones más que la temporada anterior. Ésta había cerrado con una merma con respecto al 2008 de casi el 34% menos de uva cosechada, producto de los graves inconvenientes que generó el inestable clima que trajo granizo y altos índices de humedad, dejando al productor -en algunos casos- con pérdidas totales en sus parrales.
Asimismo, algunos analistas pronostican que el porcentaje de uva a mosto que fijarán los gobiernos provinciales en el histórico "Acuerdo" -se ajusta todos los años en función de la cosecha-, rondará el 18%, similar a lo acordado en la temporada pasada cuando se fijó en el 20% el porcentaje para la elaboración de mosto, cuando San Juan pretendía entre el 20 y 23% y Mendoza sugería hasta un 27%.
En cuanto a los stocks técnicos -hoy sin stock en tintos y con más de 6 meses de stock en blancos- la estratégica con las nuevas cifras aspira a dar equilibrio y que queden al menos 4 meses a junio de 2010.
¿Cuánto de vino blanco va a ir a cubrir las necesidades del vino tinto, cuánto de blanco va a ir destinado a mosto, cuáles son las existencias al corte de fin de año, cuánto es la proyección al primero de junio de 2010 de blancos y tintos?, son las preguntas -algunas con respuestas, otras no- que se discutieron ayer en la mesa oval de la presidencia del Instituto Nacional de Vitivinicultura.
De todas maneras, el clamor de todos los sectores de la industria, es que antes de fin de año, los grandes números de la vitivinicultura estén jugados sobre la mesa, ya que si las cifras -más o menos precisas- se dilatan, habrá una fuerte especulación, presionando los precios del vino hacia arriba, más de lo que ya están.
Tamaña responsabilidad a la que se enfrentan el Instituto Nacional de Vitivinicultura y los gobiernos de ambas provincias vitivinícolas, cuando hoy por la mañana anuncien los nuevos números de la cosecha 2010.
La credibilidad en la opinión pública -por lo menos de varios jugadores de la industria sanjuanina y mendocina-, quedó resentida luego de las diferencias que saltaron en el pronóstico anterior y se prestó para especulaciones.
Por eso la precisión científica que le aportará el Instituto Nacional de Vitivinicultura a los números de la nueva cosecha, será clave. Si son muy bajos, van a decir que "esto es una maniobra de los gobiernos provinciales para mantener el precio del vino alto".
Por otro lado, si las cifras de la cosecha 2010 son altos -según las especulaciones del sector privado será una cosecha de casi 2600 millones de kilos-, las especulaciones girarán en torno a que los gobiernos están jugando para bajar los precios del vino esta temporada.
Por eso, la decisión de hoy no es de coyuntura. Habla de una visión de política vitivinícola a futuro. Habrá que estar muy atento a las reacciones.
