Suena hasta papelón y mucho manoseo porque que de la gran mayoría de los técnicos a los que Armando Pérez (presidente de la Comisión Normalizadora de FIFA en AFA) fue a buscar para tomar las riendas de la Selección argentina, sólo recibió el agradecimiento porque ninguno aceptó. El tiempo pasa y los problemas de la casa madre del fútbol nacional se siguen acrecentando y ya no es sólo si en Primera División habrá un torneo largo o Superliga, o cómo se distribuirá la plata entre los clubes. Todo influye, suma y perjudica, a tal punto que la Selección pasó a ser para muchos técnicos un dilema porque pueden involucrarse en un proyecto que tiene demasiados inconvenientes internos, con un equipo nacional que viene golpeado por 3 finales perdidas y con muchos de sus jugadores figuras que ya deslizaron que no seguirán.
Y ese es un punto que también pesa en la cabeza de los posibles entrenadores para tomar la Albiceleste en un momento crítico y sin mucha claridad a futuro. Por algo Martino renunció y por algo Simeone, Sampaoli, Bielsa y Pochettino, que fueron los buscados como prioridad más allá que están en actividad, se bajaron por su propia cuenta cuando no hace mucho orientar a Messi y compañía era el sueño de todo entrenador. Hoy le esquivan al bulto. Entonces las únicas dos opciones firmes son las de Bauza y Russo, los dos hombres que ya presentaron sus proyectos de trabajo. Dos DT que se ‘mueren’ por el puesto, pero que como vienen las cosas suenan más a una elección por descarte que por condiciones.
Y por ello también en carpeta ahora están Carlos Bianchi, Ramón Díaz, Eduardo Berizzo y hasta Marcelo Gallardo, para un listado que es más extenso de lo imaginado ante la incertidumbre que da a pensar que hoy todos pueden ser candidatos a orientar la Argentina.
