Por primera vez en la historia de la Policía de San Juan, un total de 1.054 efectivos, el 25% de los 4.200 uniformados que se desempeñan en la fuerza de seguridad, fue promovido de cargo por los méritos en el desempeño de la tarea y la antigüedad que tenían en la función. La cantidad es notoria porque en 2014 hubo 315 jerarquizaciones y el año pasado fueron 295. El fenómeno se debe a la gran cantidad de agentes que ha ingresado en los últimos tiempos y a la necesidad de ordenar las estructuras, según dijo el ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, quien confirmó que “es la primera oportunidad que hay tanta cantidad de ascensos”.
El dato se conoció ayer durante una conferencia de prensa que brindó el funcionario junto al jefe de Policía, Luis Martínez, y al secretario de Seguridad, Gustavo Fariña. En la oportunidad también anunció la nueva conformación de la Plana mayor de la fuerza, que en la práctica constituye el gabinete de la Policía de San Juan.
“Lo que se ha hecho es un reconocimiento al trabajo de los efectivos policiales”, dijo Baistrocchi. Para definir los ascensos, una práctica que tiene lugar todos los años, estuvo trabajando una comisión evaluadora, que tuvo en cuenta, en primer lugar, la antigüedad del agente en el desempeño de la tarea, los méritos en la labor y un dato fundamental es que no haya tenido sanciones. El trámite se completa con la firma de un decreto por parte del gobernador Sergio Uñac.
Además del reconocimiento que significa para el efectivo por la labor desempeñada, en la práctica significa también mejorar sus ingresos, es decir que se trata de un estímulo importante en la carrera de un policía.
Como muestra del notable incremento de los ascensos, el ministro citó que en años anteriores se promovía entre 60 a 70 agentes a cabo, mientras que este año han sido 270.
Otro de los motivos de reorganizar las jerarquías se debe a la cantidad de efectivos que todos los años se retiran. Por ejemplo, en diciembre del año pasado fueron 113 los policías que dejaron la fuerza para acogerse al beneficio jubilatorio.
“Hacía falta una jerarquización para atender las necesidades de la comunidad”, sostuvo el jefe Martínez, para luego agregar que “constituye un incentivo importante para los miembros de la institución”.
Hasta el 2003, un agente debía tener una antigüedad de 16 años en la fuerza para ascender a cabo, pero con una recategorización en el 2013, se bajó el requisito a 8 años.
Plana mayor:
La estructura de la fuerza ha quedado formada en el llamado D1 (Personal), por el comisario general Néstor Mondaca. Se trata del área que tiene bajo su responsabilidad la distribución de los efectivos policiales en función de las necesidades que demanda cada sector. Al frente del D2 (Inteligencia), estará el comisario general Isidro Ponce. Es la encargada de realizar tareas de espionaje para la prevención de los delitos. En el D3 (Operaciones) estará el comisario general José Luis Morales. Las funciones de esta área son las de coordinación de las tareas de reparticiones como Bomberos y Tránsito. En el D4 (Logística) estará el comisario general Daniel Vallejos. Es la responsable de supervisar la provisión de víveres, movilidades, el combustible para las unidades y que tiene que ver, por ejemplo, con el aporte de energía eléctrica a las comisarías y unidades policiales que están repartidas en el territorio provincial. Al frente del D5 (Judicial) estará el comisario general Héctor Páez. Es una de las áreas más importantes de la Policía porque coordina la tarea de dependencias como Criminalística, Robos y Hurtos, Defraudaciones y Estafas, Homicidios y la Comisaría de la Mujer. Por último, el D6 (Institutos) estará bajo la responsabilidad del comisario general Miguel Vega. Esta área tiene a su cargo las escuelas de Oficiales y de Suboficiales de la fuerza.
Cabe aclarar que algunos de estos funcionarios ya venían cumpliendo la tarea, pero en forma interina.
