San Juan fue su fuente de inspiración para comenzar a pintar al aire libre, y luego proyectarse al mundo y ser reconocido en prestigiosas galerías de arte y exposiciones. Segundo Huertas Aguiar, un artista que dejó sus huellas y que, sin duda, trascenderá la frontera de su vida con una obra que muestra paisajes nítidos y gran tratamiento de la luz.

Esto último se debe a que durante sus años de formación estudió cuidadosamente a Rembrandt, quien ejerció una gran influencia artística, advertida por los críticos y sus pares.

Creció artísticamente el lado de notables como Cardioviola, Bas y González Iramain, exponiendo sus pinturas en diversas galerías de Buenos Aries,

Mar del Plata también fue su fuente de inspiración, y de allí se conocen varias obras en las que el Atlántico es protagonista.

En 1965 se trasladó a Chicago, Estados Unidos, donde vivió por 25 años. Un largo tramo de su vida que también quedó plasmado en obras paisajísticas de diferentes lugares.

Sus trabajos fueron cotizados por coleccionistas de Estados Unidos y de Sudamérica, y en los que siempre se ha destacado su capacidad para captar la luz de cada escena.

Los norteamericanos lo describieron como el "Ansel Adams de la pintura", ya que así como éste artista de la fotografía, Huertas Aguiar lograba capturar los paisajes de Argentina y Estados Unidos en sus telas.

Expuso en Costa del Sol, Mar del Plata; Folhas Das Tardes, San Pablo, Brasil; Newman Gallery, Arizona, Estados Unidos; Galerie du Bois, Colorado, Estados Unidos, por citar algunos ejemplos.

A fines de la década del 80 regresó a San Juan donde decidió quedarse hasta su muerte ocurrida hace un mes.

Durante los últimos 20 años continúo exponiendo en diferentes lugares del mundo en el que fue admirado y valorado por sus características particulares como artista.