-¿Para qué sirven estas misiones? -Desde hace cuatro años encaramos una estrategia para fidelizar a las personas que están relacionadas con el vino en Latinoamérica, de llevarlas a los sitios donde se hace el vino. Nos parece que el beneficio es muy grande, porque aquí vienen los difusores de opinión, los comunicadores. Es gente que va a multiplicar por cientos de miles lo que hoy ve. Primero educamos al mercado allá y una vez que sabíamos que había gente que conocía el vino, los trajimos para que se familiarice con él. -¿Qué impresión se llevan de San Juan? – Por empezar, de no conocer nada de San Juan, ahora conocen sus vinos y los lugares donde se hacen, eso es importantísimo. Han entendido por qué esta provincia es una región clave y se llevan una buena opinión, es que ahora sabrán cuando vean o sugieran un vino que hay una provincia en Argentina que los tiene y muy buenos.
