Buenos Aires.- Defensa y Justicia recibió a Huracán, un equipo que empezaba a sentir las urgencias del promedio. Finalmente, con goles de Cristian Espinoza y ‘Wanchope’ Ábila, el ‘Globo’ se impuso 2 a 0 en Florencio Varela. Así, el ‘Halcón’ desperdició la posibilidad de alcanzar a Lanús en la cima del campeonato.
El espectáculo comenzó con un ritmo vertiginoso. Una intervención de Cristian Espinoza exigió a Gabriel Arias, mientras que las triangulaciones entre Fabián Bordagaray, Nicolás Stefanelli y Tomás Martínezmantuvieron en jaque a Marcos Díaz. El partido estaba abierto desde el principio.
Los movimientos de Daniel Montenegro fueron fundamentales para abastecer al ex atacante de la Selección Sub 20. Con amagues y pases en profundidad, el Rolfi se encargó de desarticular a la última línea del Halcón. Sin embargo, Espinoza se encontró con el gol gracias a un grosero error del arquero. El de Neuquén sacó mal y el joven de 20 años festejó el 1 a 0. La posibilidad de alcanzar al Granate se desvanecía por una desgracia propia.
En el complemento los de Ariel Holan tuvieron una actitud más agresiva y una asistencia del ex volante de Riverdejó muy bien posicionado a Eugenio Isnaldo, para que el rosarino reviente el travesaño. Además, con el ingreso de Humberto Osorio los dueños de casa tuvieron mayor peso en ofensiva.
De todos modos, los de Parque Patricios liquidaron el pleito por otra desgracia ajena. Un mal cálculo de Guido Rodríguez le sirvió la pelota a Alejandro Romero Gamarra, quien de primera buscó a Ramón Ábila. Con tiempo y espacio, Wanchope eludió a Arias, se sacó de encima a Lisandro Magallán y facturó el 2 a 0. Por el planteo inteligente de Eduardo Domínguez y el sacrificio de sus protagonistas, Huracán privó al Halcón de la punta.
Con la derrota, Defensa y Justicia continúa a 3 puntos de Lanús y en su próximo compromiso deberá viajar aLa Plata para medirse frente a Estudiantes. En cambio, los quemeros llegaron a las 7 unidades, 9 menos que el Granate, pero cuenta con 3 partidos menos que el único líder. Si bien los objetivos de los porteños están en el ámbito internacional, sus números permiten soñar con dar el golpe.
