Ya sea que hayan convivido o no con animales en casa, es habitual que al llegar a cierta edad los niños pidan tener "su" mascota. Antes que nada hay que tener en cuenta que este tipo de "regalo" no puede forzarse ni imponerse, sino que debe ser contemplado y aceptado solamente cuando el niño lo solicite, ya que en este momento será cuando esté preparado para comenzar a entender la responsabilidad que va a implicar ser "dueño" de un animal.
Hay ciertas cosas que es importante considerar al momento de aceptar traer un nuevo integrante al hogar. Estas situaciones son las que deben determinar el tipo de animal posible, ya que conviene por el bienestar del animal y la armonía familiar ajustar la elección al tipo de vida que se lleva, partiendo de la base de que una mascota mientras viva es un miembro más de la casa, y así debe ser tratado y cuidado.
Una vez que se determinó la especie y/o raza lo ideal es que sea el mismo niño quien elija a "su mascota".
Los aspectos que deben determinar el tipo de animal a adoptar son:
1-Cantidad de horas que los adultos están fuera de casa.
2-Cantidad de horas que el futuro propietario de la mascota pasa fuera del hogar.
3-Disponibilidad de espacio (tamaño del jardín, interior de la vivienda, etcétera).
4-Presencia de otros animales.
5-Alergias de algún integrante de la familia.
6-Presencia de bebés.
7-Disponibilidad de tiempo para paseos con la mascota.
8-Cantidad de dinero para hacer frente a la higiene, salud y alimentación del animal.
9-Temperamento del niño.
10-Temperamento del animal. Hay que inclinarse por especies de carácter pacífico que se lleven bien con niños chicos.
Al llevar la mascota a casa, especialmente si es la primera vez que hay un animal los adultos deben mediar y observar como se lleva a cabo la interacción.
Leer previamente información sobre el tipo de animal a adoptar resulta muy conveniente, porque evita potenciales problemas vinculados con la alimentación y manejo incorrecto de la mascota. Además ayuda al chico a conocer los hábitos, conductas y estilo de vida de su nuevo amigo, para que pueda cooperar con más eficacia en su cuidado.
El tener una mascota puede ser una oportunidad estupenda para enseñar el respeto por la naturaleza y los animales a los más pequeños y también para disfrutar en familia de actividades conjuntas tanto de juego como de cuidado del animal.
Con la mayoría de mascotas siempre existe el riesgo de mordeduras o arañazos, por lo que se debe amaestrar bien al animal y educar al niño para que lo respete y no lo moleste cuando está comiendo o durmiendo. Es muy importante tener al animal vacunado, desparasitado, limpio y libre de garrapatas y pulgas (las pipetas son una eficaz alternativa para esto último).
Se recomienda que los adultos se hagan cargo de la manipulación y eliminación de los excrementos del animal.
Las familias que tienen niños alérgicos o atópicos deben evitar los animales de pelo (perros, gatos, caballos) y pluma (pájaros) ya que estos niños tienen mayor predisposición a sensibilizarse y a volverse alérgicos a estos animales.
