La cordialidad de los vecinos de las distintas localidades iglesianas por donde pasó la Vuelta se puso de manifiesto en cada momento de la carrera. El intendente Mauro Marinero, junto a todo su equipo de colaboradores estuvo atento a cualquier inquietud y necesidad que tuvieran los organizadores y los visitantes.
En la noche del sábado, en el camping del CESAP y ayer al mediodía en ese mismo lugar se vistieron con manteles blancos los tablones y dirigentes y periodistas compartieron gratos momentos de camaradería.
‘Para nosotros es un honor recibirlos‘, dijo ayer el dueño de casa quien recibió un par de obsequios de parte de la subcomisión de ciclismo del club Del Bono. ‘Queremos que esta Vuelta siga creciendo y necesitamos de su confianza‘, expresó el intendente que ya está pensando en la edición del año próximo.
