Argentina sufrió ayer una previsible derrota con Brasil, por 3-0 (parciales de 25-20, 25-22 y 25-20) y quedó eliminada de la Liga Mundial de vóleibol, pero pese al resultado clasificó en el quinto lugar y alcanzó su mejor posición en los 20 años de historia del torneo.
El potencial de los brasileños, subcampeones olímpicos en Beijing 2008 y ganadores de seis de las últimas ocho ediciones de la Liga, desbordó el nuevo seleccionado dirigido por Weber, que se despidió del hexagonal final con dos derrotas.
Argentina planteó sin respeto pero tuvo las primeras complicaciones por la variación del saque brasileño que complicó la administración de la pelota. Producto de ello, Brasil se benefició con 11 errores no forzados y tuvo mayor facilidad para jugar de contragolpe con un margen de puntos a favor que se mantuvo a lo largo del segmento.
Weber mandó a la cancha al armador Nicolás Uriarte y al opuesto Lucas Chávez para el segundo parcial y el equipo mejoró. Argentina consiguió una mínima ventaja (18-17) con un tanto del juvenil pero no pudo consolidarla como le sucedió en el tercer y cuarto set ante Cuba y finalmente Brasil consiguió el 2-0.
El último juego fue más cómodo para los ganadores. Brasil tomó una distancia de 13-20 y la chance parecía escaparse pero una defensa conmovedora de Facundo Conte con el pie y Lucas Ocampo, que pasó la pelota desde afuera del campo, posibilitaron recortar la ventaja a cinco unidades y lograr finalmente el consuelo de perder sin pasar un papelón.
